parís. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, aseguró ayer que los "mecanismos de solidaridad" harán que los bancos españoles no vuelvan a ser "una fuente de inquietud para la estabilidad de la zona del euro". "Una parte del sector bancario español es una fuente de inquietud para los mercados financieros. Por eso hemos decidido en el Eurogrupo, con España, solucionar las dificultades de esos bancos, sin reservas, si fuera necesario inyectar de capital", declaró el responsable de la economía germana en una entrevista publicada por el diario francés Le Figaro.
Schäuble agregó que ahora le corresponde al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) estudiar las necesidades precisas de esas entidades, con la colaboración de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque no detalló un calendario.
Sobre Italia, país que como España atraviesa turbulencias financieras, Schäuble aseguró que el país transalpino "no será un problema". "Italia está tomando las decisiones correctas, aplazadas por el Gobierno de Silvio Berlusconi. Mario Monti, primer ministro italiano, es una oportunidad para Italia y para Europa. Espero que siga teniendo el apoyo necesario en Parlamento y en la oposición", señaló.
Preguntado sobre Grecia, el país con mayores dificultades económicas de la zona del euro, el ministro alemán reconoció que "no hay una solución fácil". "Las derivas de Grecia se extienden sobre décadas. El pueblo se enfrenta a una grave crisis de ajuste. Pero no existe un camino para esquivar de esos esfuerzos. Estamos dispuestos a ayudar a Grecia pero no puede escapar a las reformas estructurales", dijo.
Sobre la situación económica de Alemania, Schäuble reconoció que su país "conoce actualmente una coyuntura relativamente buena" y esbozó los ejes que le permitirán seguir siendo competitiva en una economía cada vez más globalizada.
"el mejor camino" También el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwell, expresó ayer su respaldo a la política económica llevada a cabo por el Gobierno de Mariano Rajoy, asegurando que aunque resulte "muy difícil para mucha gente", es "el mejor camino para crear nuevos empleos y reducir el paro". El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, acompañó ayer a Westerwell en el palacio de la Almudania de Palma, donde Westerwelle no dudó en defender que "España es un país muy saludable y fuerte". "Apoyo al Gobierno español, sé que (su política) es muy difícil para mucha gente en España, pero solo puedo apoyar esta dirección porque sabemos que es la única alternativa", aseguró el ministro de Exteriores alemán.
Tanto Westerwelle como García-Margallo y el resto de ministros, participan en la cuarta reunión del Grupo de Berlín, un foro de cancilleres de once países de la Unión que preparan una propuesta para reforzar la política común frente a la crisis.