Londres. El escándalo del Libor (el Euribor inglés) se desató la semana pasada cuando Barclays fue multado por los reguladores del Reino Unido y Estados Unidos con 290 millones de libras (360 millones de euros) por manipular el Libor, tipo de interés interbancario fijado a diario en Londres bajo la supervisión de la Asociación de Banqueros, y su equivalente europeo el Euribor, entre 2005 y 2009, en un caso que afecta a otros bancos.
Los agentes de Barclays falsificaron los tipos para su beneficio económico y para, en plena crisis crediticia en 2008, dar una imagen de fortaleza financiera del banco ante sus rivales.
Otros bancos británicos e internacionales están siendo investigados, entre ellos HSBC y Royal Bank of Scotland (RBS) -propiedad del Estado británico en un 84%-, el estadounidense Citigroup o el suizo UBS.
El consejero delegado de Barclays, el estadounidense Bob Diamond, que fue el jefe de Barclays Capital entre 2005 y 2008; y el director de operaciones del banco, Jerry del Missier, dimitieron ayer ante crecientes presiones políticas y de los accionistas. El presidente del banco, Marcus Agius, dimitió el pasado lunes.
Entre 2005 y 2008, Diamond y del Missier trabajaron juntos en la división de banca de inversión Barclays Capital, donde se fraguó la manipulación del Euribor y su equivalente británico Libro. Ayer se supo además que esa manipulación pudo haberse producido tras un malentendido de Diamond con el Banco de Inglaterra, en una conversación telefónica de la que se ofrecerán más detalles hoy, cuando Diamond comparezca ante la comisión del Tesoro del Parlamento.
la investigación La dimisión de Diamond fue aplaudida por el Gobierno británico, que se esfuerza por actuar con firmeza en una crisis que amenaza con salpicar a la clase política.
El líder de la oposición laborista, Ed Miliband, insistió en su petición al Ejecutivo de que autorice una investigación presidida por un juez sobre las prácticas corruptas del sector bancario.
Para evitar ese tipo de pesquisa, el primer ministro David Cameron, anunció ayer otra más limitada que efectuará una comisión multipartita del Parlamento para examinar la conducta bancaria que posibilitó la manipulación del Libor.
Paralelamente, otra investigación más técnica analizará el método de cálculo del Libor a fin de legislar para mejorarlo y penalizar a quienes lo manipulen.
Ante la polémica por el tipo de investigación, el Gobierno ha convocado para el jueves una votación en la Cámara de los Comunes para que los diputados decidan si prefieren la propuesta oficial o la alternativa laborista, aunque se prevé que se imponga la primera por mayoría parlamentaria.