BILBAO. Caja Laboral e Ipar Kutxa han dado el paso definitivo para su fusión en una nueva entidad financiera que será la tercera mayor con sede en Euskadi tras el BBVA y Kutxabank, una vez aprobadas ayer por las asambleas generales de ambas entidades, celebradas en Gasteiz y Bilbao respectivamente, las propuestas de sus respectivos consejos rectores para la integración de ambas entidades en una nueva cooperativa de crédito, que se hará efectiva el próximo mes de noviembre con su inscripción en el registro mercantil de Gipuzkoa porque la sede social estará en Mondragón.
La nueva entidad financiera mantendrá el espíritu cooperativo que alentó la creación de las citadas Caja Laboral e Ipar Kutxa y apostará por un modelo de negocio de cercanía al cliente "alternativo al de la banca tradicional". Según los directivos de ambas entidades, la resultante de la fusión apostará "por otra forma de hacer banca".
Las dos entidades de origen traspasarán todos sus activos y pasivos a la nueva caja cooperativa que será presidida por Txomin García, máximo responsable de Caja Laboral, y que contará con dos directores generales, uno de ellos, previsiblemente, Carlos Osés Irulegi, máximo responsable de Ipar Kutxa.
Un aspecto clave de la nueva entidad financiera es que admitirá en su seno la existencia de clientes socios capitalistas, algo normal en la entidad vizcaína pero extraño en la guipuzcoana donde los socios son trabajadores cooperativistas.
Esta figura importante en la actual coyuntura ya que los reguladores van a pedir a los bancos del Estado español un esfuerzo para aumentar su capital social. Por ello será un elemento positivo que la nueva entidad pueda contar también con socios capitalistas pues los socios cooperativistas clientes de Ipar Kutxa, tanto personas físicas como empresas, podrán seguir siéndolo en la nueva cooperativa sin necesidad de ser socios de trabajo. En la entidad del Grupo Mondragón está fórmula no era habitual.
En la nueva entidad está previsto que la práctica totalidad de los trabajadores sean también cooperativistas ya que la gran mayoría de los asalariados de Ipar Kutxa aceptarán la transformación.
El reparto de poder en la nueva entidad tendrá mucho que ver con la diferencia de tamaño entre las dos cooperativas. Caja Laboral, a la que la agencia de calificación de riesgos Moody´s ha situado como una de las entidades financieras más saneadas del Estado, es, por activos, casi seis veces más grande que Ipar Kutxa. Ésta presenta unos magníficos ratios en cuanto a capital principal, morosidad o provisiones incluso mejores que los de Caja Laboral. El futuro consejo rector contará con 12 miembros de la caja guipuzcoana y tres de la vizcaína. El reparto final del capital en la nueva entidad irá, por lo tanto, en esta línea, sobre un 85% para Caja Laboral y 15% para Ipar Kutxa.
La nueva caja contará con unos ratios de solvencia por encima de la media del Estado y de los nuevos requerimientos del Gobierno. Nacerá con una cuota de mercado en Euskadi que oscilará entre el 10% en Navarra y el 20% en Álava.
Carlos Osés, director de Ipar Kutxa, entidad que celebró ayer la que puede ser su última asamblea. Foto: DNA