Barañáin. Ainhoa Etxaide Amorrortu volverá a ser la máxima dirigente del sindicato LAB durante los próximos cinco años, su segundo mandato al frente de la central nacionalista, tras renovar ayer su liderazgo con el 88% de los votos de los casi 500 delegados y delegadas asistentes al VIII Congreso Nacional del sindicato, celebrado en Barañáin, donde también fueron elegidos los nuevos responsables del Comité Ejecutivo, los secretarios confederales y los secretarios comarcales. Por la mañana, y como preámbulo a su reelección como secretaria general de LAB, el informe de gestión de los últimos cuatro años había recabado 447 apoyos y sólo seis abstenciones, termómetro muy fiel del apoyo que iba a recibir por la tarde. En el anterior congreso nacional celebrado en 2008 en Barakaldo, Etxaide, que ayer era la única candidata, recibió 428 votos (90%), 23 fueron contrarios (4,84%), mientras que 22 delegados y delegadas optaron por la abstención (4,63%). Bajo el lema Ahora es el momento de construir la Euskal Herria de los trabajadores, medio millar de congresistas respaldaron la labor desarrollada por el Comité Ejecutivo liderado por Etxaide, quien insistió en "cambiar el sistema capitalista", porque "los datos nos dan razones para la preocupación", como los 200.000 parados que se cuentan en Euskal Herria y los 146.000 empleos destruidos en los últimos cuatro años. "Está creciendo la pobreza y la exclusión social", dijo la secretaria general de LAB, antes de aseverar que "Euskal Herria debe seguir su propio camino" y "crear un nuevo modelo económico". Etxaide, que arrancó los aplausos de los asistentes al referirse a conflictos laborales como los de Inasa o de los mineros asturianos, aseguró que "el proceso para la resolución del conflicto histórico de Euskal Herria está en marcha" y que "los presos tienen derecho pleno de participar" en él. "Necesitamos que participen, les tenemos que traer a Euskal Herria y reunificarlos y este tiene que ser un paso para que todos los presos puedan salir a la calle", ratificó. La preocupación e inquietud existente por la "fuerte crisis económica" también fue resaltada por Etxaide, quien abogó por un cambio desde la raíz. Su receta, lucha obrera, aliñada con "propuestas constructivas". "La clave radica en la lucha. Hay que reforzar la lucha trabajadora y los trabajadores tienen que salir a la calle. Llevaremos a cabo más movilizaciones y habrá que organizar nuevas huelgas generales". De forma paralela, Etxaide insistió en luchar "también el en centro de trabajo". "No se puede aceptar cualquier acuerdo y ésa es una manera de empezar la lucha".
La sindicalista comentó que si la situación actual es "mala, las previsiones son aún peor" y se mostró convencida de que "el Estado español va a ser intervenido". En ese sentido, dijo que se "camina hacia el precipicio" y auguró años "difíciles", en los que "hay que seguir reforzando LAB. Es época de avanzar hacia la independencia y ello exige un sindicato indepententista fuerte", concluyó.