madrid. La ampliación de capital que el Fondo Monetario Internacional tiene en marcha para crear un cortafuegos anticrisis ha tenido un respaldo definitivo en la cumbre del G-20, según un comunicado, al obtener el apoyo financiero de doce países. Con todo, el FMI ha logrado elevar la cifra de aportaciones a 456.000 millones de dólares, más capital del que inicialmente tenía previsto recaudar.
Entre las naciones que se han sumado se encuentra el influyente bloque de potencias emergentes que conforman el llamado BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), a los que se han sumado Colombia, Malasia, México, Nueva Zelanda, Filipinas, Tailandia y Turquia. Según el comunicado de ayer del FMI, en total, son 37 los miembros del Fondo que se han sumado a esta iniciativa.
Solo los países de la zona euro han comprometido 200.000 millones, Japón 60.000 millones y Gran Bretaña, Corea del Sur y Arabia Saudí 15.000 millones cada uno. Estados Unidos, que es el principal contribuyente del FMI, no ha querido participar de momento. España por su parte aporta 14.860 millones de euros.
Este apoyo de los conocidos como países BRICS se realiza, según explicaron ayer, como un anticipo a las reformas que va a llevar a cabo el organismo que dirige Christine Lagarde para dar más poder de voto a los emergentes en el Fondo.