Bilbao. El rescate de la banca española no ha pasado inadvertido a los partidos de la CAV. Después de que el Estado haya solicitado ayuda a Europa, que se ha comprometido a inyectar un máximo de 100.000 millones a través del FROB, el debate ha pasado a centrarse en su eventual impacto en la deuda y la credibilidad de la marca España, en sus consecuencias para los ciudadanos en forma de nuevos ajustes, o en la falta de explicaciones por parte de un Gobierno español que hasta hace poco negaba un rescate por innecesario y por inviable. Unas derivadas políticas que han servido para que la disputa entre de lleno en la precampaña vasca, con un PSE que suma un nuevo argumento para erigirse en antítesis del PP y para tratar de canalizar el voto descontento con sus ajustes; mientras los populares volvieron a remar a contracorriente para presentar como un acierto sus medidas más criticadas y frenar así su desgaste. "Hoy estamos mejor que hace un año", opinó Antonio Basagoiti.

La pugna sobre la conveniencia o no del rescate, o sobre sus términos, también sirvió para que el PNV dejara claro que no comparte las políticas de Mariano Rajoy, en contra del criterio de un PSE que ha optado por hermanar a Basagoiti y a Urkullu como líderes de "las derechas vascas". Amaiur también participó activamente de las críticas. Su apuesta por asumir un debate estatal podría concederle cierta centralidad y servirle para sacudirse las críticas de quienes echaban en falta un discurso más allá de la esfera vasca.

El lehendakari López fue el encargado de verbalizar ayer las críticas de su Gobierno y del PSE en un acto celebrado en Barakaldo. Tras varias semanas cargando contra los recortes de Rajoy, el socialista receló ayer de las ayudas a la banca. Un rescate que podría contribuir a movilizar al electorado de López, que volvió a acentuar el perfil social de su formación al subrayar que la crisis bancaria "no puede ser pagada, una vez más, por los trabajadores". El jefe de Lakua abogó por que las ayudas sean devueltas y estén sujetas a condiciones, como que las familias que no puedan pagar su hipoteca no sean desahuciadas.

Tras una legislatura lastrada por las críticas de la oposición ante el endeudamiento de las arcas públicas, el PSE habría encontrado su tabla de salvación en los ajustes de Rajoy. Rentabilizaría en mayor medida su postura si lograra agotar la legislatura, ya que dispondría de un margen más amplio para activar su electorado y para ahondar en el desgaste del PP, con quien se disputará el tercer puesto. Sin embargo, esa apuesta comportaría un riesgo: si prolongara su actividad en la Cámara, podría exponerse al rechazo sistemático de sus iniciativas estrella ante una oposición que no ve con buenos ojos sus proyectos.

Aunque, en sintonía con el mensaje de Alfredo Pérez Rubalcaba, su discurso llegó a mostrarse conciliador al apostar por "colaborar" con Moncloa, dejó patente que el rescate "no es una buena noticia". En este sentido, alertó ante la posibilidad de que Europa redoble su control sobre las políticas del Estado, y recordó que el préstamo redundará en un aumento de la deuda pública. El presidente del PP de la CAV Antonio Basagoiti, por el contrario, exudó optimismo al considerar que, a partir de mañana, "podremos empezar a ver la recuperación económica". "Hoy estamos mejor que ayer, que hace una semana y que hace un año", dijo, en una entrevista con La Sexta.

negociaciones fallidas Su alegato se corresponde con la estrategia de Madrid. Moncloa se ha apuntado un éxito, y lo ha hecho para salvar los muebles de un presidente español que no ha conseguido hacer cuajar ninguna de las propuestas que lanzó a Merkel. Primero, abogó por que el BCE inyectara liquidez a los bancos; ante su negativa, defendió que fuera Europa quien ayudara directamente a las entidades sin pasar por el Estado; cuando se propuso un rescate a los bancos pero pasando por el organismo público del FROB, pidió que no se condicionara la política fiscal estatal. Ahora, sus portavoces ya especulan con que Europa obligue a subir el IVA. Basagoiti, en el incómodo y difícil papel de justificar a su partido, llegó a reconocer que el rescate llevaría aparejado un aumento del déficit que obligará a hacer "más ajustes". Cuanto más se prolongue la actual legislatura en la CAV, mayor será su desgaste y fuga de votos.

El PNV, por su parte, pidió transparencia y dejó claro que la fórmula elegida para el rescate no le convence. El partido ya había dejado patente su brecha con el PP después de que Rajoy rechazara sus enmiendas presupuestarias, y tras poner pie en pared ante en intento de alterar el censo electoral. En una entrevista con ETB, Iñigo Urkullu se refirió a las consecuencias perniciosas que ese rescate podría tener en la actividad económica, las pequeñas y medianas empresas, y los ciudadanos. Desde Amaiur, el diputado Xabier Mikel Errekondo llegó a comparecer en rueda de prensa para valorar la situación y opinar que la banca no debe ser rescatada, sino "investigada y juzgada". Todo un viraje en la izquierda abertzale, que había amagado con participar exclusivamente en los debates sobre Euskadi, y que se presentó a las elecciones generales de noviembre tras años de incomparecencia.

"La crisis bancaria

no puede ser pagada, una vez más, por

los trabajadores"

Patxi López

Lehendakari

"A partir de mañana, podremos empezar

a ver la recuperación económica"

Antonio Basagoiti

Presidente del PP de la CAV

"La banca no necesita ser rescatada, sino

ser investigada, procesada y juzgada"

xabier mikel errekondo

Diputado de Amaiur en el Congreso