bruselas. La Comisión Europea presentó ayer una propuesta que busca una mayor responsabilidad de los accionistas y acreedores de los bancos en caso de insolvencia pero que no entraría completamente en vigor hasta 2018. Según la propuesta presentada por el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, cada país de la Unión Europea debería contar con un fondo para sanear a las entidades en problemas.
Esos fondos de crisis estarían financiados por los bancos de cada país, con lo que se evitaría que los contribuyentes tuvieran que pagar los rescates de las entidades bancarias, como está ocurriendo en la actual crisis. "Queremos romper la vinculación entre crisis financiera y finanzas públicas", explicó Barnier.
el coste del rescate Entre 2008 y 2010, los rescates a la banca europea costaron a los contribuyentes comunitarios un 13% de la renta de sus países. Las contribuciones de los bancos a los fondos nacionales deberían alcanzar "al menos el 1% de los depósitos cubiertos", apuntó la Comisión. Esta medida no entraría sin embargo en vigor hasta 2018, pues las instituciones europeas quieren dar tiempo suficiente a los inversores y autoridades controladoras del sector para capitalizar los fondos. Además, la propuesta debe recibir la aprobación de los gobiernos de los 27 países de la UE y del Parlamento Europeo. Por ello, las medidas planteadas ayer en Bruselas no supondrán la solución a los actuales problemas de bancos como Bankia.
"Sé que será mucho tiempo para los mercados financieros, pero es el tiempo que necesita la democracia", apuntó Barnier.
La propuesta de la Comisión otorga también más poder a los reguladores nacionales de la banca, que podrían imponer a un directivo que gestione una entidad en caso de crisis o decretar la quiebra y venta de un banco si fuera necesario. Algunas de estas medidas podrían entrar en vigor en 2014.