Vitoria. La ecuación raras veces falla. Cuando a uno le falta el trabajo los ingresos caen y cuando esto se produce, el consumo actúa en consecuencia. Por norma, se tiende a adquirir lo básico. Y en consecuencia también, la industria productora se resiente. Salvo el sector alimenticio, el resto claudica ante este fenómeno. Lo mismo da que sean televisores que lavadoras, muebles o vacaciones. Es la pescadilla que se muerde la cola. Y la automoción, muy presente en Álava, tampoco es ajena a este circulo vicioso. Sus dos gigantes lo saben de primera mano. Michelin acaba de aprobar recientemente un ERE de suspensión temporal para hacer frente a la caída de la venta de turismos en Europa, lo que ha provocado un estocaje de neumáticos inasumible en la planta de Gamarra. 1.800 trabajadores permanecerán en esta situación hasta el próximo mes de septiembre.
La situación de Mercedes en cuanto a ventas también es preocupante. Las malas previsiones que el grupo alemán maneja para los próximos meses le ha obligado a reestructurar el calendario productivo de su planta alavesa por segunda vez en lo que va de año, lo que da una idea de la virulencia de la crisis. Si el pasado 28 de noviembre, el presidente en España, José Luis López Shümmer, pronostica para el presente año una producción de 90.950 furgonetas, a día de hoy el guarismo se ha visto reducido en casi 6.000 unidades, puesto que la cifra que ahora mismo está encima de la mesa es la de ensamblar 85.100 furgonetas, tal y como avanzó el propio presidente el pasado fin de semana en Madrid durante el Salón del Automóvil.
"2013, una incógnita" Mucho más prudente se mostró ayer en Vitoria el director de la planta, Emilio Titos, que no quiso confirmar la reestructuración del plan de producción ni adelantar los planes de futuro de la empresa. "Sólo nos queda resistir y avanzar", zanjó ante los periodistas durante la presentación del convenio de colaboración que Mercedes firmó ayer con el Ayuntamiento y que le convierte en colaborador de la Green Capital. Con la previsión para este año pulverizada y las dudas que arroja el 2013, un ejercicio que López Schümmer califica como una "incógnita", de lo que no tiene dudas el grupo alemán es de que en 2014 aumentará la producción en Vitoria, fundamentalmente por que está prevista la fabricación en serie del nuevo modelo VS20, que sustituirá a las Vito y Viano, y que según el propio presidente podría comenzar a exportarse a nuevos mercados, incluido el de los Estados Unidos. Para ese año se prevé el ensamblamiento de 150.000 unidades.
El nuevo proyecto, fruto del acuerdo suscrito entre Mercedes y la mayoría sindical, es ambicioso. Asegura carga de trabajo para la próxima década, contempla la creación de entre 300 y 400 trabajadores y sopesa una inversión directa de 170 millones en la fábrica. Además, la multinacional dedicará otros 340 millones para troqueles de proveedores, con la promesa de que una gran parte de los mismos se quedarán en las industrias auxiliares vascas.