Madrid. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó ayer que el "problema" de Caja Madrid viene de la fusión con las otras cajas y que dicha fusión "fue un matrimonio a punta de pistola". "Caja Madrid era la cuarta financiera del país y tenía, como todos al comienzo de la crisis, algunas inversiones problemáticas, pero se fusionó con otras seis cajas y ahí es donde ha venido el problema", dijo la presidenta en el pleno de la Asamblea.
Aguirre explicó que, si la fusión entre Caja Madrid y Bancaja fue aceptada por una orden del entonces consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta, fue "en base a los informes favorables de Deloitte, de asesores financieros internacionales, del Banco de España, de un acuerdo expreso de su comisión ejecutiva, de la Comisión Rectora del FROB y de la autorización expresa del Ministerio de Hacienda".
Aguirre insistió además en enviar a los madrileños un "mensaje de tranquilidad", ya que el préstamo del FROB, dijo, se va a transformar en capital y será el Gobierno el que contribuya a la solvencia de Bankia, que a su juicio está "garantizada".
Esperanza Aguirre, contestó así una pregunta del portavoz de UPyD, Luis de Velasco, y aseguró que ella ni nadie en su nombre se "ha entrometido jamás en las inversiones de Caja Madrid".
Por su parte, De Velasco sostuvo que en Caja Madrid ha habido "errores de gestión por quien estaba al frente de la misma y por intromisión de la Comunidad de Madrid, que muchas veces llegó a considerar Caja Madrid el brazo armado para determinadas inversiones y operaciones, algunas de las cuales han sido muy malas para su balance". De Velasco subrayó que su grupo pide a Aguirre responsabilidades por la situación de Caja Madrid antes de integrarse en Bankia, no por Bankia, que no es de su competencia.