MADRID. En una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en respuesta al requerimiento del propio organismo, la entidad explica que el impacto de dichas coberturas "se estima aproximadamente en 1.300 millones de euros netos".

El primer real decreto de saneamiento del sector inmobiliario aprobado en febrero le suponía al BBVA un impacto total de unos 4.000 millones, ya dotados en su mayor parte, de los que 2.800 eran provisiones y otros 1.200 eran capital.

El impacto de estas nuevas exigencias "se reflejará en los estados financieros del Grupo a 31 de diciembre de 2012 y se absorberá gracias a la recurrencia, diversificación y resistencia de sus resultados", dice la entidad, que asegura que las nuevas provisiones no alterarán su política de dividendos.

El BBVA dotará 800 millones de las nuevas provisiones para cubrir la financiación de suelo, en tanto que otros 350 millones cubrirán la financiación de obra en curso; otros 300 millones serán para la financiación de obra terminada y otros 350 millones para los activos con garantía personal.

La entidad calcula que estos impactos supondrán un recorte de 38 puntos básicos en sus ratios de capital, aunque deja claro que a pesar de la aplicación de todas estas medidas seguirá cumpliendo con los requerimientos de capital, tanto bajo la normativa de Basilea como los de "capital principal" de la autoridad bancaria europea (EBA).

Por último, asegura que estas nuevas exigencias no tendrán impacto alguno en el capital económico.