MADRID. La nacionalización de BFA-Bankia y la entrada de un nuevo gestor no ha eliminado las incertidumbres del futuro a medio plazo del grupo financiero, que será subastado en un proceso competitivo por el Estado antes de tres años. Fuentes del Ministerio de Economía informaron ayer de que la presencia del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en el capital del Banco Financiero y de Ahorro (BFA), la matriz de Bankia, debe ser temporal, porque así lo establece el real decreto de reforma financiera aprobado en febrero pasado. El periodo máximo que el FROB puede permanecer en el capital de la entidad es de tres años y antes de ese plazo será subastada en un proceso competitivo, aseguraron las mismas fuentes.
La primera decisión que adoptó el nuevo presidente del grupo, Jose Ignacio Goirigolzarri, tras tomar posesión en el cargo en sustitución de Rodrigo Rato, el miércoles pasado, fue someter al consejo de administración la conversión en acciones del préstamo de 4.465 millones que concedió el FROB en 2010. Esto supone en la práctica la nacionalización del grupo financiero, dado que cuando se ejecute su entrada, el FROB pasará a tener casi el 100 por cien del capital de BFA y a controlar el 45 % de su filial Bankia.
No obstante, el Estado deberá vender esta participación en un proceso competitivo, similar al que se ha desarrollado en la subasta de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que ganó el Banco Sabadell, y en el caso de Unnim, que ha caído en manos del BBVA. Será, por tanto, un proceso que permitirá a sus competidores pujar por una de las grandes entidades del país, la cuarta por volumen de activos pero una de las primeras por actividad hipotecaria.
La entidad se enfrenta a un proceso de reestructuración que dirigirá Goirigolzarri y que podría pasar por operaciones de desinversión y la petición de ayudas públicas.