BRUSELAS. "A pesar de los esfuerzos autorreguladores de la industria y el duro trabajo de las autoridades nacionales de competencia (...) continuamos viendo grandes problemas en los mercados de pagos", señaló Almunia en la apertura en Bruselas de una conferencia sobre el sector.

Según el discurso del vicepresidente del Ejecutivo comunitario, facilitado por la propia institución, la CE cree que se debe "considerar la necesidad de diseñar nueva legislación europea" que permita remediar las deficiencias detectadas.

Entre ellas, la principal para Bruselas son los costes para los comercios que admiten el pago con tarjeta y, consecuentemente, para los consumidores.

Almunia recordó que según una investigación llevada a cabo en 2006, las transacciones con tarjetas cuestan a los comerciantes europeos alrededor de 25.000 millones de euros al año y no hay indicios de que esos costes se hayan reducido desde entonces.

"Debemos entender a los comerciantes que ven estos cargos como una tasa excesiva impuesta por los bancos, teniendo en cuenta que el pago por el servicio puede alcanzar el 2 % del valor de la transacción", explicó.

Almunia recordó que la CE investiga un posible caso de abuso de posición por este motivo y que ha presentado ideas para mejorar la situación general de los pagos con tarjeta y el comercio electrónico.

Los próximos pasos, anunció, serán anunciados antes del verano.