MADRID. La Bolsa española cerró ayer la peor semana del año con un nuevo mínimo anual y con la prima de riesgo disparada hasta los 424 puntos básicos, en una sesión convulsa marcada por la volatilidad y la incertidumbre. El principal indicador español, el Ibex 35, cayó hasta los 7.250,6 puntos, lo que implica una pérdida del 3,58% en la sesión de ayer, mientras en el conjunto de la semana (sólo cuatro días de cotización) las pérdidas acumuladas alcanzaban el 5,35%. Esta cifras convierten a este ciclo semanal en el peor desde el último de noviembre del pasado año.

Pese a los esfuerzos del Ejecutivo para controlar con declaraciones los ataques a la economía española, la situación sigue siendo crítica con la bolsa en mínimos de 2009 y la prima de riesgo en niveles de antes de las elecciones de noviembre. Tras dos semanas de inestabilidad en los mercados, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, insistía ayer en afirmar que el Gobierno continuará con su programa de reformas para transmitir "un mensaje de firmeza" sobre la estabilidad presupuestaria y que España recupere así "la credibilidad perdida". Por su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró que el Gobierno trabaja "para corregir el déficit público, para modernizar la estructura productiva de España y para que podamos crecer y crear empleo cuanto antes" porque "eso se traducirá en más confianza".

Sin embargo el hecho de que la Ley de Estabilidad Presupuestaria que fija la obligación de dejar el déficit en el 0% para el año 2020 no obtuviera el respaldo de la oposición el jueves en el Congreso, no contribuyó ayer a asentar esa imagen de fortaleza en los mercados con lo que los ataques se recrudecieron hasta llegar a una de las mayores caídas de la Bolsa en 2012

Críticas La política de control férreo del déficit aplicada por España y defendida sobre todo por Alemania fue ayer el blanco de las críticas de los diarios estadounidenses The New York Times y The Wall Street Journal. The New York Times apuntaba en su editorial que "ningún país puede saldar sus deudas sofocando el crecimiento económico", y añadía que los objetivos de déficit fijados por el Gobierno de Rajoy para este año (5,3%) y para el que viene (3%) son "probablemente inalcanzables, incluso si se aplican rigurosamente los restrictivos presupuestos generales del Estado". Según el rotativo neoyorquino, "cuanto más restrictivo sea el presupuesto, más caerá la recaudación y eso obligará a más recortes de las cuentas". El diario considera que es entrar "en un ciclo destructivo, siempre a la baja".

Por su parte The Wall Street Journal instaba al Gobierno a "ponerse con seriedad a promover la recuperación económica si quiere evitar el rescate". El diario financiero cree que la confianza en España "está flaqueando", y pone como muestra el azote de los mercados. Además aseguraba que "las promesas que ha lanzado Rajoy de que el país no será rescatado no están resultando muy convincentes". "Rajoy no va a ser rescatado por el BCE. Y si no quiere acabar siendo rescatado por Bruselas (en el sentido griego), más le vale ponerse con seriedad a promover la recuperación", reiteraba el diario.

En este contexto, el hecho de que las entidades españolas hayan marcado un nuevo máximo histórico de peticiones de financiación de al Banco Central Europeo se interpreta como la prueba de que los bancos nacionales tampoco tienen credibilidad.

La jornada Ni siquiera el hecho de que todas las bolsas europeas comenzaran y cerraran la sesión de ayer a la baja consuelan al Ejecutivo. Y es que el Ibex fue el selectivo continental que mayores pérdidas obtuvo (3,58%) seguido por la bolsa de Milán (-3,43%), la de París (-2,47%), la de Fráncfort (-2,36%) y la de Londres el (-1,03%).

Mientras tanto, los mercados de deuda continuaban a la espera (infructuosa) de una posible reactivación del programa de compra de bonos españoles e italianos por parte del BCE. Con ello, la prima de riesgo española, que mide el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán y el nacional, sumó 21 puntos básicos, hasta los 424, mientras que el bono de deuda a diez años alcanzaba el 5,98 % de interés.