Fráncfort. El Banco Central Europeo (BCE) ha invertido desde el pasado mes de agosto un total de 46.000 millones de euros en la adquisición de deuda pública española en los mercados secundarios. Esta inversión le ha supuesto unos beneficios de más de 1.000 millones de euros. Los 46.000 millones citados representan alrededor de la quinta parte de los 218.000 millones de euros destinados al finalizar 2011 a la compra de bonos soberanos de la eurozona a través del programa de compra de valores (SMP) puesto en marcha por la entidad en mayo de 2010, según las estimaciones realizadas por Barclays. En un informe dedicado a este controvertido programa del BCE, que se ha cobrado hasta la fecha la dimisión de los consejeros alemanes Axel Weber y Jurgen Stark, Barclays trata de arrojar luz sobre las compras del banco central, para lo que aplica la premisa de que el BCE lleva a cabo sus adquisiciones en proporción al tamaño de los mercados de deuda de los respectivos países.
Así, la entidad británica calcula que el BCE ha adquirido desde el lanzamiento del programa y hasta finales de 2011 un total de 46.000 millones en bonos españoles (22%), 90.000 millones de euros en deuda italiana (43%), 36.000 millones en deuda griega (17%), 20.000 millones en bonos portugueses (10%) y 19.000 millones en deuda irlandesa (9%).
De hecho, los analistas de Barclays señalan que en una primera fase de aplicación de este programa, que abarcaría desde su lanzamiento en mayo de 2010 hasta principios de 2011, el BCE adquirió deuda de Grecia, Irlanda y Portugal en una proporción de 50%, 25% y 25%, respectivamente.
Programa de compras Posteriormente, a partir de agosto de 2011, la institución decidió reactivar dicho programa para adquirir deuda de Italia y España, en una proporción que Barclays cifra respectivamente en un 66% y un 33%. En 2011, el Tesoro Público español emitió deuda por un importe total de 156.000 millones en términos absolutos, de los que 66.000 millones correspondieron a emisiones de deuda realizadas entre agosto y diciembre de 2011, según los datos del organismo.
Por otro lado, el informe de Barclays destaca que, de aplicar una valoración de mercado a la deuda pública de estos países adquirida por el BCE, la entidad presidida por Mario Draghi registraría pérdidas agregadas de más de 30.000 millones de euros, principalmente por su exposición a deuda griega.
En concreto, la exposición a deuda del país heleno reportaría al BCE pérdidas de entre 20.000 y 25.000 millones, mientras que en el caso de los bonos portugueses podrías llegar a 5.000 millones y a 3.000 millones en el de la deuda italiana, mientras que en el caso de los bonos irlandeses las pérdidas ascenderían a 1.000 millones de euros. Por contra, en el caso de la deuda española, la institución obtendría una rentabilidad de unos 1.000 millones.
En este sentido, el informe de Barclays revela que la mayor proporción de estas hipotéticas pérdidas, hasta un 80% del total, correspondería a deuda comprada entre mayo y junio de 2010.