bilbao. Iberdrola y la empresa noruega Hammerfest han completado la instalación de un innovador dispositivo para generar energía a través de las corrientes marinas en las islas Orcadas, en Escocia. Se trata de una moderna estructura similar a un aerogenerador terrestre que se mueve con el movimiento del agua y que servirá de base para la construcción de la primera planta de energía de las corrientes, con la que la compañía vasca pretende dar otro salto en su apuesta por las renovables y en especial por la energía marina.

El dispositivo que han creado Iberdrola, a través de su filial Scottish Power, y Hammerfest tras varios años de estudio y de perfeccionamiento del mismo, supone un importante avance en el aprovechamiento de la energía del mar. Es un aerogenerador anclado al suelo marino que se mueve con el movimiento de las corrientes. Básicamente se trata de sustituir viento por agua. De momento ha sido instalado un único aparato a modo de prueba, denominado Hammerfest Strom HS1000, de un megavatio de potencia, en el Centro Europeo de Energía Marina de las islas Orcadas que ha impulsado el Gobierno británico. Iberdrola va a mantener este dispositivo en este centro tecnológico de cara a probar su funcionamiento e incorporar las últimas mejoras antes de su desarrollo comercial definitivo.

Según explica la propia compañía, la instalación de esta estructura va a desempeñar un papel decisivo para el despliegue a gran escala de la energía de las corrientes, dado que permitirá mejorar los conocimientos técnicos tanto en el mantenimiento y supervisión de las máquinas, como en el progreso de su rendimiento.

El objetivo que se ha marcado Iberdrola es poder completar en los próximos años una planta de energía de las corrientes de diez megavatios de potencia con este modelo de turbina entre las islas escocesas de Islay y Jura. Los dispositivos estarán situados a profundidades de entre 60 y 100 metros, con lo que se pretende que no supongan un impedimento para la navegación. Tendrán un diámetro de rotor de 20 metros y estarán situados a unos tres kilómetros de su conexión en tierra.

Ejemplo de lo innovador del proyecto es que el Energy North, la asociación de empresas de energía e ingeniería del norte de Escocia, ha otorgado a la planta de Islay el premio al mejor proyecto de energía eólica marina -offshore-, un sector que Iberdrola aspira a liderar como en el caso de la eólica terrestre. Para lograr este objetivo, la compañía ha creado una Dirección de Negocio Offshore, con sede en Escocia, que impulsa la paulatina puesta en marcha de las instalaciones eólicas marinas de su cartera de proyectos, que ya suma más de 10.000 megavatios en todo el mundo.

Además, en lo que hace referencia a la energía de las olas, la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán participa en un proyecto que contempla la instalación y prueba de un prototipo de la tecnología Pelamis P2 en este mismo parque tecnológico, una infraestructura en forma de serpiente capaz de absorber la energía de las olas del mar para convertirla en electricidad de origen renovable, que puede generar hasta 750 kilovatios, suficientes para abastecer a unas 1.500 personas.