Vitoria. El año 2011 ha traído, además de más paro, un hecho especialmente preocupante para todos relativo a la caja de la Seguridad Social. Por primera vez desde 1999, cuando dejó de pagar la asistencia sanitaria general, el organismo ha percibido menos dinero por cotizaciones de trabajadores del que ha gastado en prestaciones. Ha sido la consecuencia de la caída de más de 350.000 personas que ha sufrido la afiliación a la Seguridad Social en 2011, 9.700 de ellas en la CAV. De manera casi paralela, el desempleo ha subido en 322.200 afectados en el Estado y en más de 9.400 en el País Vasco a lo largo del año.
Como es lógico, una buena parte de estos nuevos parados se corresponden con aquellos que se han dado de baja en la Seguridad Social, a los que hay que sumar aquellas personas que se apuntan a las oficinas de empleo pero no acaban de dejar su trabajo -bien para intentar acceder por primera vez al mercado laboral o bien para cobrar una prestación-.
Por tanto, a más paro y menos afiliación, menos ingresos por cotizaciones. A la vez, el envejecimiento de la población supone más gasto en pensiones. Esta sencilla ecuación ha agujereado por primera vez en más de una década la bolsa común que paga las prestaciones por jubilación o por baja laboral. Así lo confirmó ayer el nuevo secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, que indicó que "no se va a producir superávit alguno" en 2011, si bien prefirió no detallar de cuánto será el agujero hasta que no se termine de contabilizar la recaudación.
Aunque no ha sido una sorpresa ya que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya adelantó esta posibilidad hace unos días, el desfase de la Seguridad Social no deja de ser relevante ya que, además de ser el primero desde 1999, descubre un síntoma de posible inviabilidad en el futuro y mina una pata fundamental del estado de bienestar. No obstante, el Gobierno de Rajoy ya ha dicho que no se tocará de momento la reserva que existe para pagar las pensiones en caso de déficit estructural. Por otro lado, bien es cierto que el hecho de que la caja se esté vaciando espolea al gobierno del PP para seguir recortando el gasto.
Según Burgos, la relación entre afiliados y pensionistas en el Estado español es del 2,46%, es decir, que "cada pensionista se mantendría por 2,46 cotizantes", la tasa más baja desde 2003. En estos momentos, el número de afiliados es de 17.230.000, la mínima en los últimos siete años. El número de inscritos bajó en todos los sectores en 2011, y las mayores caídas se produjeron en construcción e industria, mientras que entre los autónomos se perdieron 32.500 afiliados. En el caso de la CAV se han perdido 9.700 cotizantes en el año a pesar del ligero repunte de 500 nuevos ocupados de diciembre.
año perdido Y es que 2011 ha sido un nuevo ejercicio perdido para el mercado laboral tanto estatal como vasco. Las estadísticas de empleo han vuelto a confirmar la incapacidad de los gobiernos de Zapatero y Patxi López para pilotar las naves de Madrid y Lakua en tiempos de crisis, lo que ha llevado al paro a cifras récord. El Servicio Público de Empleo Estatal ha cerrado el año con 4.422.359 desempleados, lo que supone 322.286 parados más que un año antes. Por otro lado, Lanbide ha acumulado otras 9.433 personas inscritas, con lo que el total de vascos que buscan trabajo asciende ya a 145.394.
La CAV ha cerrado un año para olvidar en lo que a empleo se refiere, con un último repunte del paro en diciembre de 420 personas. Bizkaia acumula la mayoría de los desempleados vascos, un total de 81.900, una cifra que ha crecido en 5.767 afectados a lo largo de 2011. En Álava el paro ha crecido casi un 10% el pasado año, 1.985 personas, hasta alcanzar las 22.368. Gipuzkoa fue el herrialde más impermeable a la crisis ya que el paro subió en 1.681 afectados hasta un total de 41.130.
Desde que Patxi López llegó a Ajuria Enea a mediados de 2009, la cola del paro ha crecido desde 119.000 integrantes hasta más de 145.000. La incapacidad del PSE para gestionar la economía ha generado más de 25.000 parados y ha dejado en simple anécdota la aprobación, a bombo y platillo y con una inversión de 388 millones de euros, del plan +Euskadi 2009 para crear 10.000 puestos de trabajo.
En lo que se refiere a Navarra, el desempleo ha subido en diciembre en más de 1.100 personas. En todo el año, el número de navarros que buscan trabajo se ha incrementado en 3.935 hasta los casi 47.000.