roma. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo ayer que no piensa dimitir ante las insistentes afirmaciones sobre su marcha y el continuo abandono de diputados de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL). En una conversación telefónica con su diario afín Libero un día antes de que su Gobierno presente las cuentas del Estado de 2010 en la Cámara de los Diputados para su votación y el mismo día en que seis de sus correligionarios abandonaban las filas del PDL, el jefe del Ejecutivo italiano calificó de faltos "de cualquier fundamento" los rumores sobre una posible dimisión. Afirmó, además, que tiene intención de someter próximamente a una cuestión de confianza en el Parlamento las reformas económicas que prometió a la UE. Lo que quiere es "ver a la cara quién intenta traicionarme".
Pero lo que es evidente es que la situación de Il Cavaliere es delicada. Se agarra al poder, pero cada vez está más solo, la oposición más organizada y los mercados piden su cabeza. Tanto es así que a media sesión de ayer, cuando los rumores sobre su inminente renuncia eran más fuertes, la bolsa de Milán se disparaba y de perder un 2% pasaba en apenas unos minutos a ganar un 3%. Finalmente, y ante la evidencia de que la dimisión no iba a llegar ayer, el indicador subía sólo un 1,32%.
síntomas Berlusconi pasó la jornada de ayer en su residencia de San Martino en Arcore, cerca de Milán, reunido con sus dos hijos mayores, Marina y Piersilvio, y con el presidente de su grupo televisivo, Mediaset, Fedele Confalonieri. Medios italianos apuntaban además que a la noche el primer ministro se encontró con su socio de Gobierno, Umberto Bossi, líder de la Liga Norte.
La oposición, por su parte, se reunirá hoy para consensuar una postura de cara a la importante votación en la Cámara de los Diputados sobre la cuentas del Estado de 2010, que no fueron aprobadas el pasado 11 de octubre al producirse un empate de 290 votos, y estudiar la posibilidad de presentar una moción de censura a Berlusconi.
La delicada situación política que atraviesa el país ha tenido repercusión en la economía. La prima de riesgo de Italia alcanzó ayer los 490 puntos básicos, lo que supone un nuevo récord desde la creación del euro y supera en 40 puntos el umbral del rescate a Irlanda y Portugal. Además, el tipo de interés de estos bonos en el mercado secundario también registró un nuevo máximo histórico, al llegar a situarse en el 6,66%.
Italia era ayer un hervidero de suposiciones y los medios de comunicación jugaban con todo un abanico de probabilidades a corto plazo, con la mirada puesta en la dimisión de Berlusconi. La opción más creíble la formación de un Gobierno técnico.