BRUSELAS. "Hemos acordado ayer que tenemos que elevar sustancialmente la contribución de la banca" al segundo programa de asistencia financiera para Grecia, que asciende a 159.000 millones de euros, dijo a su llegada a la reunión de ministros de Finanzas de la UE.

El también primer ministro luxemburgués partió del hecho de que los preparativos para las negociaciones con el sector privado han avanzado de tal forma que mañana "podría haber una decisión" en la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la zona del euro, y si no se logra, entonces lo más probable es que la haya el miércoles en la segunda cumbre de los 17 países de la moneda común.

El ministro sueco de Finanzas, Anders Borg, también confirmó que los tenedores de deuda griega tendrán que asumir pérdidas sustanciales.

"Es obvio que necesitamos una rebaja sustancial de la quita griega y creo que esto hay que hacerlo en una secuencia donde se haya recuperado la credibilidad del resto del sistema", afirmó.

Según el informe de la troika sobre la sostenibilidad de la deuda griega filtrado al Financial Times, la economía griega se ha deteriorado tanto en los últimos tres meses que los socios internacionales tendrían que aportar 252.000 millones de euros en ayudas hasta el fin de esta década salvo que el sector privado acepte recortes importantísimos sobre la deuda que tienen en sus carteras.

El estudio determinó que, con el fin de reducir el nivel de deuda actual de Grecia, en torno al 160 % del PIB, hasta el 120 % en 2020 la quita debería ser del 50 % y se precisaría un rescate internacional de unos 114.000 millones de euros, mientras que para llegar hasta el 110 % de deuda haría falta una quita del 60 % y entonces los 109.000 millones de euros de fondos de la UE y del FMI acordados el 21 de julio bastarían.

La ministra austríaca de Finanzas, Maria Fekter, explicó que esta mañana hubo una reunión en la que se formularon claramente los mandatos para negociar con el sector privado una quita mayor, y se acordó que Vittorio Grilli, presidente del Comité Económico y Financiero de la UE, se encargue de conversar con la banca.

"No vamos a dar a conocer ningún detalle para no poner en peligro el resultado de las negociaciones", indicó.

Su homólogo belga, Didier Reynders, afirmó que los ministros van a trabajar hoy sobre el nuevo plan griego y que en ese habrá de nuevo un esfuerzo sustancial de Grecia y de los socios europeos, pero también "debe haber un esfuerzo del sector privado", sostuvo.

"He leído (...) que algunos bancos quieren ir en esa dirección (de una quita del 50 %) y yo estaría contento, pero es una negociación y habrá que ver", señaló.

En ese mismo marco se deben ver también las medidas de cortafuegos que se están analizando, como la recapitalización de ciertos bancos que lo necesiten y la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para elevar su capacidad de intervención y poder ayudar a economías más grandes.

Reynders volvió a insistir en que Bélgica considera que debe haber "una cooperación" del FEEF con el Banco Central Europeo (BCE), en línea con la posición de Francia, que aboga por conceder al fondo una licencia bancaria, lo que le permitiría tener acceso ilimitado a los recursos del Banco.

Los ministros de Finanzas de la UE también analizan hoy los términos de una segunda recapitalización de la banca europea.

Sobre este punto, Borg dijo que no se puede tratar la recapitalización como un "regalo" de los contribuyentes a los bancos, sino que debe tener como consecuencia un mayor "control" a las entidades afectadas para restaurar la confianza de los mercados.