Bilbao. Kutxabank es ya una realidad y la fusión a tres de las cajas vascas, una realidad tras seis años y dos fracasos sonados. La Asamblea General extraordinaria de Kutxa aprobó ayer, como se esperaba, el proyecto de integración con BBK y caja Vital para la creación de la nueva entidad Kutxabank, el banco con el que operarán las cajas a partir del próximo año de forma indirecta, aunque cada una de las tres mantendrá su nombre y marca comercial. Fue un sí anunciado que finalmente, ante la ausencia de dos de los miembros de la asamblea, contó con 91 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones, es decir, lo esperado o anunciado previamente. Ayer, el único grupo que no había anunciado antes el sentido de sus votos, el sindicato LAB, indicó que, como hizo la pasada semana en la asamblea de Vital, su intención era la de abstenerse. Los únicos votos contrarios así fueron los de los representantes del sindicato ELA y los partidos Ezker Batua y Aralar, algo que ya ocurrió en las asambleas de Bilbao y Vitoria.
Tras el acuerdo, el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, mostró a los medios su "satisfacción por el acuerdo alcanzado". Esgrimió para ello seis motivos, entre los que destaca: "Que esta era no solo la mejor, sino la única opción posible para generar valor y riqueza para Gipuzkoa y los guipuzcoanos en el futuro". Iturbe argumentó además que "es la alternativa que nos permitirá cumplir con nuestro compromiso con la Obra Social y ser, por tanto, solidarios, integradores, medioambientalmente responsables y seguir el camino emprendido en la investigación bio-sanitaria, así como el largamente recorrido en la sanidad, la cultura y el ocio". Por último, en la línea de lo anunciado días atrás por Mario Fernández y Carlos Zapatero, el dirigente aseguró que "este es un proyecto no solo de Gipuzkoa, sino de país".
Hecho relevante BBK, Kutxa y Vital remitieron ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores un hecho relevante en el que informaron de los acuerdos adoptados por sus respectivos Consejos de Administración en virtud de los cuales las cajas aprueban el Contrato de Integración para la constitución de un grupo consolidable de entidades de crédito de base contractual.
Una de las primeras reacciones al acuerdo llegó de la mano de BBK, que tras anunciarse el sí de Kutxa señaló en un comunicado su "satisfacción", ya que la operación permite a las cajas "adquirir un mayor tamaño, desde una privilegiada posición en materia de solvencia". Kutxabank "desarrollará un modelo de banca local, que implica cercanía, confianza, relación a largo plazo con personas y pymes y devolución a la sociedad de parte del beneficio obtenido". Con el sí casi unánime de ayer se cierra un capítulo, el de las arduas negociaciones entre PNV, PSE, PP y Bildu, y nace el cuarto grupo de cajas del sistema financiero español, con un valor de 75.729 millones de euros.