roma. El Gobierno italiano estudia la posibilidad de vender parte de su patrimonio inmobiliario, como cuarteles u oficinas pertenecientes al Estado, con el objetivo de recaudar fondos destinados a sanear las cuentas públicas. Desde la oposición, se subraya la necesidad de que "la recaudación de esta operación se destine a la reducción de la deuda pública", que en Italia supera el 120% del PIB, como señaló ayer el diputado de Italia de los Valores, Antonio Borghesi. Según los medios italianos, la venta de cuarteles y oficinas estatales es una de las ideas con las que trabaja el Ejecutivo y se incluiría entre las nuevas medidas que se prevé incluir en el plan de ajuste presupuestario promovido por el Gobierno de Berlusconi. El 12 de agosto, el Ejecutivo aprobó un plan de ajuste de 45.500 millones de euros para el próximo bienio.