vitoria. El pánico volvió ayer a las bolsas tras pisar el parqué un demoledor informe de Morgan Stanley que sitúa a Europa y Estados Unidos "peligrosamente" cerca de la recesión, al tiempo que rebaja sus previsiones de crecimiento y pronostica que la economía mundial crecerá en 2012 menos que este año. El mensaje es claro: no solo no se avanza hacia la salida del túnel, es que además se retrocede.
El análisis del banco norteamericano, toda una referencia en los mercados, coincidió con la publicación de datos macro de EEUU que alimentaron la incertidumbre. El impacto dejó sin resuello a los índices bursátiles de todo el mundo, que cayeron en picado. La sesión se cerró en Europa con un desplome medio superior al 4% y con la bolsas alemana y francesa muy cerca del 6% de pérdidas. Madrid registró su segunda mayor caída del año hasta los 8.317 puntos, mientras que Berlín y París sufrieron su mayor correctivo desde diciembre de 2008. Wall Street perdía la referencia de los 11.000 puntos a dos horas del cierre con una caída superior al 3%.
En la situación actual los inversores huyen del riesgo, muy centrado en la bolsa, y se refugian en valores refugio, con un protagonismo absoluto para el oro. El miedo latente en el parqué desde hace meses se convirtió de nuevo en pavor provocando un hundimiento global de los índices. En el mercado secundario de deuda, la prima de riesgo de España rozó la barrera de los 300 puntos básicos. El viento cambio en ese preocupante frente tras varias jornadas tranquilas y la amenaza de los ataques especuladores regresó.
En el trasfondo del desplome de ayer hay también un gesto de reprobación de los inversores a los últimos pasos dados por los gobiernos, e incluso un tono crítico ante los planteamientos esbozados esta semana por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. Sus propuestas tuvieron una fría acogida el miércoles con una sesión plana y el abrazo se congeló al cruzarse en el camino las pésimas señales que llegaron desde Estados Unidos. De hecho, el informe de Morgan Stanley vincula el riesgo a una recaída en la recesión a ambos lados del Atlántico a la falta de contundencia y a los "errores" de sus líderes políticos durante la crisis de deuda soberana.
morgan stanley El horizonte ha cambiado drásticamente. La entidad estadounidense espera ahora que el crecimiento del Producto Interior Bruto global sea este año del 3,9%, frente al 4,2% previsto con anterioridad. La corrección es mucho más severa para 2012, cuando la expansión económica sería del 3,8%, por debajo del pronóstico del ciclo actual y siete décimas menos de lo augurado previamente.
El parón alemán y francés, las incertidumbres que alimenta Estados Unidos y la debilidad de las economías periféricas del euro -con Italia y España en el punto de mira- anclan la economía mundial al árido terreno de la recesión. Todo esas cuestiones, llevan a los analistas de Morgan Stanley a advertir de que EEUU y Europa "se acercan peligrosamente a la recesión" en los próximos seis o doce meses. El banco intenta atemperar la huella de su informe en los mercados precisando que, en estos momentos, la recaída no es el "escenario base" que maneja la entidad. Explica en ese sentido que hay aspectos positivos que actúan de freno e impiden la caída al abismo. Entre ellos, la saludable posición de las empresas, el esperado descenso de la inflación y la expectativa de medidas de estímulo monetario, incluyendo el posible recorte de tipos del Banco Central Europeo,
Los autores del informe han revisado drásticamente a la baja las perspectivas de crecimiento para la eurozona, hasta 1,7% en 2011 y un 0,5% en 2012, frente al 2% y al 1,2% augurado anteriormente. Morgan Stanley justifica el empeoramiento de sus perspectivas por los malos datos macroeconómicos, las dificultades de muchos bancos para acceder a financiación a costes razonables, así como por el aumento del riesgo de contagio desde la periferia al núcleo de la eurozona y la incertidumbre acerca de la respuesta de los gobiernos. "Con el conjunto de la eurozona al borde de la recesión, los riesgos de un nuevo shock que empuje a la región a traspasar esta frontera son significativos", advierte.
También tuvieron su peso otros mensajes, como el de Jacques Delors, expresidente de la Comisión Europea y uno de los promotores de la Unión Monetaria. Delors aseguró en Le Soir que Europa y el euro se acercan al abismo por la falta de pragmatismo y la timidez de sus líderes. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, intentó abrir un cortafuegos y dijo que no hay "perspectivas de recesión", aunque puede haber una "ralentización". Van Rompuy confirmó que los líderes europeos decidirán en octubre sobre su nombramiento como presidente del nuevo gobierno económico del euro.
Agentes de bolsa siguen ayer la sesión en la bolsa alemana. Foto: EFE
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l En negativo. El banco vincula el riesgo a una recaída a los "errores" de los gobiernos. Suma a ese escenario los malos resultados económicos, el difícil acceso de los bancos a la financiación y el aumento del riesgo de contagio de la periferia al núcleo de la eurozona.
l En positivo. Cree sin embargo que hay aspectos que frenan el segundo bote de la recesión. Entre ellos, la saludable posición de las empresas, el descenso de la inflación y la expectativa de recortes de tipos de interés, incluyendo el BCE.