madrid. Las dudas suscitadas por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, que no desveló durante su comparecencia de ayer si comprará deuda pública española e italiana, los dos países más castigados por los especuladores, desplomó ayer las bolsas europeas, especialmente la de Madrid y la de Milán.
La Bolsa española registró la mayor bajada del año, el 3,89 %, y perdió el nivel de los 8.700 puntos (tras cínco días de descensos en los que se ha dejado un 10%) por el miedo a la desaceleración de las economías europea y de EEUU y por la caída de las plazas internacionales en esta sesión, en la que la prima de riesgo rozaba los 400 puntos básicos.
Así, el principal índice de la Bolsa, el Ibex 35, perdió 351,20 puntos, el 3,89 %, hasta 8.686,50 puntos, nuevo mínimo anual y nivel desconocido desde comienzos de junio de 2010. Las pérdidas acumuladas en este ejercicio ascienden ya al 11,8%. En Europa, con el euro a 1,417 dólares, las principales plazas europeas bajaron: París el 3,9%; Londres, el 3,43%; Fráncfort, el 3,4 %, Milán el 5,16%, y el índice Euro Stoxx 50, el 3,28 %.
La subida del 0,25 % de Wall Street en la víspera y el notable descenso de la prima de riesgo en la apertura del mercado de deuda, hasta 360 puntos básicos, sentaron las bases de las ganancias de la bolsa nacional, que superaba el nivel de 9.200 puntos con un alza del 2% por la mañana.
Antes de la subasta de deuda española, en la que se colocaron 3.300 millones de euros, la Bolsa bajó hasta 9.100 puntos, cota sobre la que se mantuvo hasta después del mediodía. La Bolsa incurrió en pérdidas mientras regresaban las tensiones al mercado de deuda y aunque se conocía el notable crecimiento del 1,8 % de los pedidos industriales en Alemania.
Aunque las peticiones semanales de subsidios de desempleo en EEUU subieron levemente, de 398.000 a 400.000, la bolsa empezó a dar bandazos tras mantener el BCE los tipos de interés en la zona euro en el 1,5 % y antes de la comparecencia del presidente de esta institución, Jean-Claude Trichet.
el crecimiento se ralentiza Trichet reconoció que el crecimiento económico se estaba frenando, avanzó que celebrará una subasta para inyectar liquidez extraordinaria al sistema durante seis meses y sugirió que podría intervenir comprando deuda, aspecto que confirmaron luego en el mercado, pero no deuda española o italiana, sino portuguesa e irlandesa.
Mientras tanto, la prima de riesgo española marcó un nuevo récord desde la creación del euro -el tercero de esta semana- al cerrar la jornada en 398,3 puntos básicos debido a la falta de actuación del Banco Central Europeo (BCE) contra los ataques de los inversores a Italia y España.
La prima de riesgo, que llegó a superar de nuevo los 400 puntos básicos antes del final de la sesión, se amplió respecto a los 385 puntos básicos del miércoles, debido a la compra masiva de títulos alemanes y a la penaliación que sufrió la deuda soberana de España e Italia.
De hecho, el rendimiento de los títulos germanos a 10 años bajó una décima, hasta el 2,3%, mientras que la rentabilidad de sus equivalentes españoles avanzó hasta el 6,284%, frente al 6,255% del miércoles.
La peor parte se la llevó la deuda italiana a 10 años, cuyo rendimiento se disparó más de una décima, hasta el 6,189%, de modo que su prima de riesgo se elevó al récord de 388,9 puntos básicos.
Desde que comenzó la semana, la prima de riesgo española ha cerrado tres veces en máximos desde la creación del euro y ha marcado múltiples récords en negociación intradiaria (el más alto se tocó el miércoles en 407,4 puntos básicos).