madrid. El Consejo de Ministros aprobará mañana el techo de gasto para 2012, como primer paso a la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado del próximo año, con un recorte del gasto de los ministerios que podría rondar el 10% frente al 15% que se planteó en 2010, según fuentes del Ejecutivo. Una vez aprobado, el Consejo de Ministros deberá remitirlo a la Cámara Baja y ésta al Senado, que los tendrá que devolver al Congreso para su aprobación definitiva.

El techo de gasto podría incluir además un fuerte recorte del gasto no financiero, ya que el Gobierno tiene que reducir el déficit estatal desde el 4,8% que espera en 2011 al 3,2% que se ha fijado para el año que viene, lo que supone un recorte de unos 16.000 millones.

El año pasado, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero planteó un techo de gasto de 122.256 millones -150.056 millones antes de las transferencias a las comunidades autónomas-, lo que representó una caída del 7,7% sobre el presupuesto inicial de 2010, que ascendió a 132.442 millones de euros. Aún así, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ya ha negado que el recorte vaya a ser del 8,5% como ha salido en algunos medios y ha asegurado que, en cualquier caso, será mucho menor.

Si el Gobierno consigue el visto bueno del Parlamento, empezará a elaborar los últimos Presupuestos de Zapatero y de esta legislatura, marcada por la desconfianza de los mercados y el agotamiento del Gobierno socialista, obligado a recortar el gasto y subir los impuestos para contener la crisis.

De hecho, el año pasado, el Departamento dirigido por Salgado planteó sus cuentas más austeras desde que ocupa el poder, con una subida del IRPF a las rentas más altas y un incremento de la tributación a las rentas del ahorro, después de rebajar el sueldo a los funcionarios y congelar las pensiones.

Para 2012, las cifras macroeconómicas arrojan un escenario ligeramente más positivo, puesto que España está creciendo de nuevo, aunque el paro sigue instalado en un tasa superior al 20% y el déficit público sigue muy por encima del 3% que pide Bruselas para el 2013.

De hecho, el saldo negativo de las cuentas se ha convertido en la mayor preocupación del Gobierno ante las exigencias de Bruselas, lo que podría llevar al Ejecutivo a incluir en los últimos Presupuestos de Zapatero algunas de las medidas que reclaman diversos organismos.

Esto ha hecho que el Partido Socialista haya perdido muchos apoyos en el Parlamento y fuerza en las comunidades autónomas, después de la victoria del Partido Popular en las elecciones del 22-M.

En este escenario, la sombra de una rechazo mayoritario a las cuentas públicas planea sobre el Ejecutivo, que, en ese caso, se vería previsiblemente obligado a adelantar las elecciones generales.

Si el Congreso rechaza finalmente el Presupuesto de 2012, el Gobierno se vería obligado a prorrogar el del año anterior, aunque esto sólo ha ocurrido una vez en todo el periodo democrático.