Vitoria. Con crudeza, sin medias tintas. El futuro de Mercedes en Vitoria, aseguró ayer su máximo responsable, Emilio Titos, depende "al 100%" de la adjudicación del nuevo modelo que sustituirá a partir de 2014 a las actuales Vito y Viano. Y para que esto ocurra, avanzó, será imprescindible acometer recortes sustantivos en todas las áreas de la compañía con un doble fin: "Que todos los gastos de la vida últil del vehículo den al final un beneficio a la empresa y que permitan obtener un margen bruto sobre las ventas del 9%", advirtió Titos durante la recepción al consejero de Industria, Bernabé Unda, en Stuttgart, la capital que alberga la sede mundial de la compañía y que precisamente será quien decida en los próximos meses la fábrica que ensamblará el VS20.

El caramelo resulta más que apetecible. Tal y como están las cosas dentro del sector de la automoción, con caídas continuadas en la venta y fabricación de vehículos, la adjudicación del modelo asegurará carga de trabajo para los próximos diez años, atraerá inversiones y creará cerca de un millar de empleos.

En este sentido, ya nadie en Vitoria es ajeno a la importancia de lo que está en juego. Tal vez por eso las posturas y la toma de decisiones por parte de la Dirección y el comité de empresa se están produciendo con calculado tacto. El responable de la planta alemana tensó ayer un poco más la cuerda al insistir en la necesidad de alcanzar un acuerdo pronto porque "no tenemos ningún otro producto", dijo. "Podemos quedarnos fabricando en Vitoria recambios, pero será algo decadente a lo largo del tiempo", avisó.

Durante su visita al museo de la compañía alemana en Stuttgart, recordó Titos la necesidad de ajustar los costes (laborales y energéticos) para garantizar la viabilidad y los márgenes de la empresa, y puso como ejemplo a la planta hermana de Ludwigsfelde, en Berlín, competencia directa de Vitoria que "ya está cumpliendo con los márgenes previstos", aseguró el director general.

Corresponsabilidad El camino, por tanto, es libre y la búsqueda de una solución se antoja complicada. El tiempo vuela y en Alemania, dejó entrever ayer Titos, la paciencia se está empezando a agotar. "No podemos seguir con este modelo de antaño, ni continuar ligando los salarios al IPC porque si lo hacemos nos saldremos...", insistió Titos, para quien, según un comunicado interno de UGT, no caben medias tintas en estos momentos de negociación: "El que no esté conforme, ahí tiene la puerta", asegura esta central que les espetó Titos el pasado 20 de junio durante una reunión con la plantilla a pie de taller.

El consejero Unda, por su parte, que se reunió ayer con el vicepresidente ejecutivo de Mercedes-Benz Vans, Volker Mornhinweg, recalcó la "relevancia social" de la decisión que adopten trabajadores y empresa y solicitó a ambos "corresponsabilidad" para sacar adelante el VS20. En estos momentos, Vitoria emplea a casi 3.300 trabajadores de forma directa y a otros 13.000 indirectos. Además, su incidencia en la economía vasca es extraordinaria. Supone el 3% del PIB vasco y el 11% de las exportaciones.