Vitoria. Mientras los representantes políticos, empresariales y sindicales debaten sobre la manera de referenciar los salarios ante el nuevo panorama surgido con la crisis, la inflación continúa con su senda al alza después de un mes de abril en el que los precios se elevaron un 1,3% en Euskadi respecto a marzo (la mayor subida mensual en varios años), dejando el IPC interanual en el 3,7%, una décima menos que la media estatal.

A excepción del pasado enero, el IPC ha aumentado en la CAV durante todos los meses desde agosto de 2010, impulsado principalmente por el encarecimiento continuado del petróleo y su repercusión en el precio de los combustibles. Esta subida progresiva ha dejado el índice en unas tasas interanuales muy superiores a las registradas a lo largo de la crisis económica, en la que se llegaron a registrar seis meses consecutivos de valores negativos y el fantasma de la deflación planeó sobre la economía.

Ahora, con una tasa interanual del 3,7%, los sindicatos vascos presionan para que las patronales no consigan sacar adelante su intención de abandonar el IPC como referencia básica en la negociación colectiva en lo que se refiere a incrementos salariales. Las centrales advierten de la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores en un entorno en el que, a causa de la crisis, los comités de empresa están aceptando rebajas de sueldos, congelaciones de los mismos o subidas exiguas, dependiendo de la situación de cada compañía. Frente a ello, las patronales manifiestan la necesidad de ligar los salarios a la productividad de las empresas, con fórmulas que aún están por definir.

El IPC internual está subiendo por circunstancias coyunturales -el mes pasado por el encarecimiento de los viajes durante la Semana Santa (+1,9%) y el alza de precios en el textil (+9%) tras iniciar definitivamente la campaña de primavera- y por el petróleo, lo que implica que la inflación subyacente se mantiene en valores moderados y el consumo sigue sin recuperarse del todo.

Sin embargo, el índice está ahí y, dejando a un lado que es utilizado en muchas referencias de actualización de precios -pensiones, alquileres, etc-, la existencia de una tasa demasiado elevada no ayuda a la reactivación de la economía, sobre todo si el nivel que registra tiene más que ver con el petróleo, un producto de necesidad básica tanto para los ciudadanos como las empresas.

Competitividad La patronal Confebask dijo ayer estar preocupada por el aumento continuado de la inflación que, advirtió, "sigue mermando la competitividad empresarial". Según afirmó, ello "pone cada vez más de manifiesto la necesidad de avanzar en la aplicación de medidas correctoras" que permitan aproximar el nivel de precios al de los países de nuestro entorno, entre las que señaló la de "desligar" los salarios de la inflación. Ante el incremento de la tasa interanual vasca, la central abertzale ELA insistió ayer en la necesidad de que los aumentos de salarios superen el IPC, porque "los trabajadores y sus familias no son culpables de la subida de la inflación". Por su parte, Comisiones Obreras de Euskadi consideró que la evolución de los precios en abril es un "duro golpe a las posibilidades de salir de la crisis" y añadió que "la falta de perspectiva de una parte demasiado grande del empresariado, al fijar los precios sólo contando con los beneficios a corto plazo, hace imposible una mínima recuperación".