VITORIA. Los comités de las filiales que cuelgan de la aeronáutica alavesa Aernnova -Fuasa, Moasa, Hegal y Fibertencic, entre otras- se manifestarán el próximo sábado, 7 de mayo, contra la posible venta de una parte del grupo a un fondo inversor procedente de los Emiratos Árabes Unidos, tal y como ha reconocido la compañía extraoficialmente. Los casi 2.000 trabajadores que dependen en estos momentos de la actividad aeronáutica mostrarán su preocupación por las calles de Vitoria ante esa posible venta o deslocalización de la compañía, y exigirán la implicación de las instituciones alavesas en un sector que consideran "estratégico".

Apuestas como la que en su día llevó a Caja Castilla la Mancha a hacerse con prácticamente la mitad del capital de Aernnova, o las millonarias inversiones llevadas a cabo por los gobiernos autonómicos de Madrid y Andalucía en esta materia -recientemente la propia firma alavesa acaba de inaugurar en Illescas, Toledo, una moderna planta para la construcción de parte del fuselaje del A350- son ejemplos que las centrales sindicales quieren poner encima de la mesa "antes de que sea demasiado tarde". Según informaciones no oficiales que tampoco han sido desmentidas por la propia compañía, Aernnova estaría ultimando la venta del 71% de las acciones que no pertenecen a su presidente, Iñaki López Gandásegui, y los miembros del equipo directivo, a Mubadala, el brazo inversor de Abu Dhabi. Este paquete de acciones se encuentra hoy en manos de CCM (23%), Banco Espírito Santo (26%), el banco de negocios EBN (11%) e Isolux (11%).

Desde el punto de vista empresarial, la operación podría resultar muy interesante para Gandásegui, que captaría un socio estratégico para catapultar su actividad -Aernnova emplea ahora a más de 3.000 trabajadores y factura cerca de 400 millones de euros- y rescataría a su vez del abismo a los accionistas vendedores, especialmente CCM, que lograría, siempre según fuentes no oficiales, una inyección de liquidez cercana a los 500 millones.

Por su parte, el interés del Emirato por la firma alavesa es, exactamente, el mismo que en su día llevó al Gobierno español a subvencionarla y, a su vez, a las cajas a comprar acciones. Es decir, diversificar su modelo económico, desligarlo de la dependencia del petróleo y generar puestos de empleo cualificado en Abu Dhabi, donde quieren consolidar un gran polo aeroespacial. Según publicaba recientemente Expansión, este emirato tendría selladas ya alianzas estratégicas con gigantes del sector como el fabricante de motores General Electric o el líder de los helicópteros Sikorsky. Además, estarían financiando las estancias de jóvenes árabes en las instalaciones de la NASA.