vitoria. El enésimo récord de 4.919.200 parados que se hizo público ayer ha estado muy cerca de romper las quinielas del propio gobierno español, que descartaba toda opción de superar los cinco millones de desempleados. Si los ministros ya adelantaban el jueves "un mal dato", la EPA del primer trimestre del año ha arrojado cifras más bien "dramáticas", como apuntan los sindicatos. Tras contarse 213.500 parados más, 8.600 de ellos en la CAV, la pequeña diferencia entre el número actual y la barrera de los cinco millones convierte el acierto del ejecutivo central, especialmente desde la perspectiva de los propios afectados, en un consuelo ridículo.
Era de esperar que la actualización de los números relativos al empleo arrojasen un nuevo jarro de agua fría en el panorama laboral español, pero la magnitud del golpe ha sido mayor de la esperada. La nueva tasa de desempleo, la más alta desde hace catorce años, es del 21,29%, prácticamente un punto superior a la de hace tres meses, lo que da una muestra de la importancia de este nuevo salto. En la CAV, la tasa se sitúa ya en el 11,6%, con una cifra total de 123.500 desempleados, según la EPA publicada ayer, aunque la cifra supera los 150.000 si se tiene en cuenta el paro registrado en los servicios públicos de empleo. El panorama se muestra especialmente crudo en Navarra, la comunidad autónoma más afectada este año, con un ascenso del 17% en el número de parados -6.000 más- y una tasa del 13,4%.
Siguiendo la misma tendencia de las últimas encuestas, la crisis que atraviesa la economía española sigue teniendo una incidencia directa en la destrucción de empleo. Con un descenso de la población activa de 43.000 personas -como explicó el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, hace dos semanas, solo esta variable ha permitido que no se rebase la barrera de los cinco millones- se han destruido un total de 256.500 puestos de trabajo. Lo que es lo mismo, ahora hay 256.500 ocupados menos, aunque la cifra sería aún mayor si no fuera por el aumento que se ha producido en el número de trabajadores a tiempo parcial. Como detalla el informe de la EPA que publicó ayer el INE, en estos tres meses se han creado más de 90.000 puestos de trabajo a tiempo parcial, lo que amortigua la pérdida de 350.000 empleos a jornada completa.
Además, los números dejan realidades sociales más que preocupantes como el aumento de 60.000 parados de larga duración, o el 1.386.000 hogares en los que ningún miembro conserva el empleo. Tras hacerse públicos estos datos, desde el gobierno central los calificaron de "malos, muy malos", según el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, que no obstante señaló que esta EPA "marca un máximo". "A partir de ahora el número de parados irá bajando", auguró Rubalcaba, cuyo prognóstico parece razonable teniendo en cuenta que la Semana Santa, período en el que se crea empleo, computará dentro de los datos relativos al próximo trimestre. También el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, indicó que los casi cinco millones de parados reflejan "una situación grave", aunque confió en que se comience a crear empleo en la segunda parte de este año. Respecto al ascenso registrado entre enero y marzo, Gómez afirmó que "ocho de cada diez despidos producidos en la crisis se han hecho al amparo de la reforma laboral aprobada por el PP, con un gobierno en el que era ministro Mariano Rajoy", acusó.
Al margen del gobierno, la nueva cifra de parados levantó una oleada de críticas hacia la actual gestión por parte de la oposición y los diversos agentes sociales. Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, calificaron el dato de "dramático y desolador" exigiendo al Gobierno "una reacción pronta" para enderezar el empleo. Unai Sordo, secretario general de Comisiones Euskadi habló ayer de una situación "muy grave" y aseguró que, de mantenerse las actuales tasas de paro durante mucho tiempo, "asistiremos a un verdadero polvorín social". Dámaso Casado, líder de UGT-Euskadi, transmitió una visión aún más pesimista al recordar que el número de inscritos en Lanbide es de 151.000 personas con una tasa más elevada de la publicada ayer por el INE.
Pero, una vez más, las críticas más agresivas hacia el gobierno fueron las del PP. El vicesecretario de Comunicación de este partido, Esteban González Pons, dijo que las cifras de paro "son intolerables, injustas y escuecen", mientras que la secretaria general, Maria Dolores De Cospedal, afirmó que, además del paro, "lo que no termina de subir nunca es la desvergüenza del Gobierno".
más paro en la CAV Tras conocerse estos datos, graves también en la CAV, con un aumento en el número de parados del 7,5% en tres meses, el viceconsejero vasco de Empleo, Javier Ruiz, explicó que no se debe ver una destrucción de empleo "porque la población ocupada sigue siendo prácticamente la misma que a finales de año", añadiendo que la mayor tasa de paro se debe a que está creciendo la población activa.
Mientras tanto, los portavoces del PNV en materia económica y de empleo, Pedro Azpiazu y Emilio Olabarria, se reunieron ayer para analizar las "negativas cifras" y para pedir al gobierno del PSOE "altura de miras" y que se esfuerce en ahondar en las reformas estructurales y de los mercados para salir de una situación "de estanflación indeseable", explicaron los jeltzales, que aseguraron que "la política económica tradicional ya no sirve".