Vitoria. Una reestructuración de la deuda griega "causaría más efectos negativos en Europa que la quiebra de Lehman Brothers" y, en todo caso, los países del euro no encontrarán "una salida indolora" a la crisis de deuda, advirtió el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Jürgen Stark. El dirigente del BCE aprovechó una entrevista en la prensa alemana para advertir a los que parecen sugerir que Grecia tendrá que reestructurar su deuda que una decisión en tal sentido sería tremendamente peligrosa para el resto de la Eurozona. Según Stark, los efectos de una renegociación de la deuda griega tendría unos efectos caóticos y más negativos para la economía europea que los que produjo la quiebra de Lehman.

El problema es que los rumores sobre un posible default, una forma de sugerir una posible suspensión de pagos con quitas en la deuda, surgieron del Citibank y ya hay grupos de economistas internacionales no afectos al establishment que señalan que hay intereses en medios financieros de Nueva York y Londres para desviar la atención hacia los problemas de deuda en los países periféricos de Europa cuando el verdadero problema está en las cuentas públicas de Estados Unidos y Gran Bretaña, en especial en el país americano. No hay que olvidar que Reino Unido cerró 2010 con un 11,4% de déficit sobre el PIB (un 53,5% de deuda) mientras que EE.UU. cerró con un 11% de desequilibrio fiscal el año pasado con un 93% de deuda mientras que en España el déficit en 2010 llegó al 9,2% del PIB, y la deuda emitida supone más del 63% del PIB.

En una entrevista en heute.de, recogida por DPA, Jürgen Stark advirtió que llevar a cabo una conversión de la deuda como la que se está discutiendo actualmente para Grecia puede ser una medida altamente peligrosa con efectos devastadores para todo el bloque del euro. En ese sentido, subrayó que podría desencadenar en toda la Eurozona una crisis peor que la derivada de la quiebra de Lehman en 2008, la peor en décadas. "En el peor de los casos, la reestructuración de la deuda de un estado miembro podría ensombrecer los efectos de la quiebra de Lehman".

Desde hace semanas aumentan los rumores que aseguran que Atenas no podrá hacer frente a sus deudas por lo que tendrá que pedir una reestructuración de la deuda. "Quizá parece la opción más fácil, pero los problemas estructurales y presupuestarios de fondo no se solucionan con ello", recalcó el economista del BCE, porque finalmente, su gobierno se vería obligado a pedir ayuda.

Además, advirtió que uno de los riesgos de la reestructuración de la deuda sería "una nueva crisis bancaria" porque, aunque no lo dice, buena parte de la deuda pública griega, o española en su caso, está en manos de bancos alemanes.

En su opinión, la única salida viable a la crisis es "la consecuente aplicación de los programas de reformas y la devolución íntegra de todas las deudas contraídas". "No nos enfrentamos a la crisis del euro, sino a la crisis de deuda en un país de la Eurozona", afirmó. Pero para grupos de economistas internacionales el verdadero problema de la deuda pública está en Estados Unidos y las advertencias de S&P que situó por primera vez en perspectiva negativa la triple A de los bonos yankees y de Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, señalando que EEUU carece de un plan creíble, a medio plazo, para reducir sus déficits presupuestarios, empiezan a ratificar esa tesis.

Todos los operadores financieros del mundo tendrán que empezar a comprender que Occidente podría no poder reembolsar todos los préstamos tomados en los últimos años pues a finales de este año un gran número de ciudades y estados de EEUU entrarán en situaciones financieras irresolubles al terminar la financiación federal de sus déficits, mientras que Europa se enfrentará a una necesidad muy importante de refinanciación de la deuda.

La amplificación mediática de la crisis europea en materia de deudas soberanas de los países periféricos de la Eurozona habría creado el contexto propicio para tal explosión en el mercado estadounidense.

Los riesgos de la deuda de Estados Unidos se deben, según dichos economistas, a la ausencia de un crecimiento económico sostenido en EEUU pues buena parte de los beneficios de las grandes compañías USA se producen gracias a fábricas en el extranjero por lo que cada vez se genera menos empleo en la propia Norteamérica. Si a eso se le añade que los republicanos bloquean cualquier medida para que los ricos paguen más impuestos es difícil incrementar los ingresos fiscales con lo que el escenario de la deuda en EEUU es preocupante porque su solución para pagarla es emitir más billetes de dólar, con su consiguiente depreciación, algo que China, que ya controla 1,1 billones de dólares en bonos USA y que es el principal financiador del país de Obama, advierte que no le gusta.