pamplona. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, descartó hoy "absolutamente" que España siga los pasos de Portugal y tenga que recurrir a las ayudas financieras de la Unión Europea.

En declaraciones a la Ser, la ministra de Economía subrayó que la situación económica de España es muy diferente a la del país luso y señaló: "Tenemos una historia de superávit fiscales y años de fuerte crecimiento, y eso no lo tiene Portugal".

Destacó que el diferencial de la deuda española se ha reducido un 30 por ciento en lo que va de año, por lo que ahora "cuesta menos" financirla.

Desde hace tiempo, -señaló-, los mercados distinguen entre las economías de Portugal y España, ya que la española "es más diversificada, potente y competitiva".

Sobre el cambio de las previsiones económicas del Gobierno, dijo que "hay que hacer la revisión del cuadro macro cuando toca, y toca con la presentación de los Presupuestos".

La ministra de Economía afirmó que los dos próximos trimestres van a ser buenos para el empleo, aunque reconoció que la próxima Encuesta Pública de Empleo (EPA) que publica el INE va a estar en línea con la evolución del empleo en los últimos meses.

Señaló que el Gobierno continuará su programa de reformas y manifestó su confianza en que se llegue a acuerdos con los agentes sociales.

CRISIS DE DEUDA Portugal pedirá asistencia financiera del fondo de rescate de la UniónEuropea para hacer frente a su crisis de deuda, según reconoció ayerpor primera vez el ministro de Finanzas en funciones, Fernando Teixeirados Santos.

"Ante esta difícil situación, considero que es necesario recurrir a los mecanismos de financiación disponibles en el marco europeo", sentenciaba el mandatario socialista luso en una entrevista al periódico Jornal de Negócis en la que, no obstante, no aclaraba la fórmula a la que se acogerá ni la cantidad que necesitará. Eso sí, Teixeira anunció que la petición de ayuda a la UE exigirá "la implicación y el compromiso de las principales fuerzas e instituciones políticas del país".

Apenas una hora después era el primer ministro en funciones de Portugal, el dimisionario socialista José Sócrates, quien, por televisión, tras un consejo de ministros extraordinario y con solemnidad, confirmaba la noticia. El aún mandatario luso sentenciaba: "La decisión se ha hecho inevitable y se toma por el interés nacional. Ahora hay que dar este paso". La decisión, añadía Sócrates, ha sido consultada no sólo con el gabinete saliente, sino también con "diversos expertos".

El primer ministro en funciones explicó que la "crisis política" abierta tras el rechazo a las medidas de austeridad planteadas ha dejado al Gobierno "con escaso margen de actuación", y, como Teixeira, apeló al "interés nacional" para recurrir al rescate. "La situación se agravará si no hacemos nada. Si no tomamos esta decisión el país correrá un riesgo aún mayor", subrayaba.

Los socialistas culpan a la oposición, que tumbó su plan de reformas, de esta decisión. "El país ha sido empujado de manera irresponsable a una situación muy difícil en los mercados financieros", argumentaba el ministro de Finanzas, antes de añadir que "ante esta difícil situación, que podría haberse evitado, creo que es necesario recurrir a los mecanismos de financiación disponibles en el marco europeo, aunque adecuados a la situación política actual".

Hasta ayer tanto el dimisionario Sócrates como Teixeira, se habían negado a pedir el rescate alegando, entre otras cuestiones, que no disponen de mandato para comprometerse al plan de ajuste que deberá aprobar Lisboa como contrapartida de la ayuda.

vencimientos El detonante de la decisión fue que el Tesoro portugués logró ayer colocar 1.005 millones de euros en sendas subastas de letras a seis y doce meses, pero pagando más del objetivo previsto. En el plano práctico los analistas consideran que la situación es insostenible ya que sólo en junio Lisboa tiene que hacer frente a necesidades de financiación que superan los 7.000 millones de euros.

El rescate de Portugal podría costar 75.000 millones de euros, según admitió el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, de los cuales 50.000 los asumiría la UE y el resto el Fondo Monetario Internacional. Al respecto, el FMI aseguraba a última hora que Portugal no le ha pedido formalmente asistencia financiera, aunque aclaraba que están dispuestos a brindársela si así lo requiere.

No obstante y por lo dicho ayer por Sócrates, el Gobierno portugués sólo quiere la ayuda de la UE. Al respecto la Comisión Europea aclaraba que, por el momento, tampoco ha recibido propuesta alguna. Eso sí, el Ejecutivo europeo mantiene un "contacto regular" a "todos los niveles" con las autoridades lusas, según explicaba el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, quien aclaraba además que Bruselas "está dispuesta a examinar cualquier petición (de ayuda) de cualquier Estado miembro".

encuentro Será previsiblemente el viernes o el sábado cuando las dudas sobre cantidades y fórmulas de financiación se disipen ya que está previsto que el rescate de Portugal domine la reunión informal de ministros de Economía de la UE que se celebrará en Budapest (Hungría) esos días.

Una vez que Lisboa pida oficialmente la ayuda, deberá negociar con los expertos de la Comisión, el Banco Central Europeo y el FMI un programa de ajuste fiscal y reformas. Portugal se convertirá así en el tercer país de la eurozona que necesita asistencia, después de Grecia (que recibe 110.000 millones de euros) e Irlanda (85.000 millones).

Pese a que los líderes europeos han retrasado de nuevo el refuerzo del tramo intergubernamental del fondo de rescate actual, de momento hay suficientes fondos para ayudar a Portugal. De los 250.000 millones disponibles efectivamente, sólo se han usado 17.700 millones para Irlanda, por lo que, tras asistir a Dublín, quedan todavía 232.000 millones para ayudar de sobra a Portugal.