vitoria. A medida que se tira un poco más de la manta de Epsilon afloran más sorpresas. Decisiones y actuaciones éticamente reprobables desde el ámbito empresarial y que el pasado día 8 concurrieron en un juzgado de lo mercantil de Vitoria cuando la compañía que preside Joan Villadelprat presentó por la puerta de atrás un preconcurso de acreedores para tratar de refinanciar su abultada deuda, de casi ocho millones de euros. Las acusaciones de Unda salpican de lleno al PNV, partido que apadrinó en 2007 su llegada al Parque Tecnológico de Álava, pero también al propio Gobierno Vasco, máximo accionista con el 64% y avalista entonces de un préstamo de 16 millones de euros que Caja Vital y la Kutxa concedieron a la compañía automovilística. Aquella gestión llevó la rúbrica de varios ejecutivos jeltzales que estaban entonces al mando de la dirección del PTA.
Precisamente este aspecto ha provocado que el caso llegue a la arena política, con el PNV de nuevo en el ojo del huracán. El consejero de Industria, Bernabé Unda, visiblemente contrariado por enterarse de la situación de la empresa a través de "terceros", fue interpelado ayer en el Parlamento por Gorka Maneiro (UPyD), que exigió respuestas ante una posible financiación de Epsilon de manera "irregular" por parte de algunos responsables del Ejecutivo vasco anterior.
A falta de un informe definitivo, Unda adelantó ayer que su Gobierno cree que se incumplieron los requisitos legales para que el Parque Tecnológico ejerciera de avalista de Epsilon por el importe de 16 millones de euros. Por esta razón, entre otras muchos que no citó, advirtió el titular de Industria de que su consejería no tiene intención de aumentar el riesgo directo o indirecto en esta sociedad. Admitió a continuación que la situación de la empresa es "preocupante" por cuanto el avalista final de las dos hipotecas que suscribió Epsilon es el PTA, es decir, "las instituciones públicas".
"Aval encubierto" El 11 de enero de 2008 el Parque vendió a Epsilon la parcela en la que hoy se encuentra implantada la empresa por un importe de 2,6 millones de euros, de los cuales están pendientes de pago 2,2 millones, relató Unda. Sin embargo, "el problema vino después", cuando un año después Miñano cedió el rango de su hipoteca a favor de dos nuevas hipotecas por importe de 8 millones de euros cada una que Epsilon pidió a Kutxa y Caja Vital. "Este cambio convirtió en una suerte de papel mojado la hipoteca original", advirtió el consejero, quien añadió que además se firmó un contrato privado por medio del cual el Parque pactó una garantía de recompra del inmueble y de los terrenos en caso de ejecución hipotecaria, "lo que tiene toda la apariencia de aval encubierto y sin pasar los trámites legales".
Para depurar este tipo de actuaciones, el Gobierno ha encargado un informe jurídico-económico sobre las garantías que se dieron a la empresa, aunque a falta de que esté concluido, "parece que se incumplieron los requisitos legales para que el parque ejerciera de avalista en esta operación", insistió el titular de Industria.
sin notificación a la ue A su juicio, la concesión del aval debería haber ido precedido de un informe favorable de la Dirección de Finanzas, que no se emitió, así como de una notificación también positiva de la UE, dado que el importe del aval se elevaba a 16 millones y la UE establece topes máximos para las ayudas públicas a empresas, límite que actualmente está fijado en 15 millones. "¿Cómo es posible que el parque aceptara asumir la práctica totalidad del riesgo de la operación?", concluyó ayer el consejero.