Vitoria. El pasado 25 de febrero, viernes, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció la rebaja a 110 km/h la velocidad máxima en autovía y autopista a partir del 7 de febrero, es decir, hoy. En este tiempo, el trabajo en la compañía alavesa Rótulos Nervión ha subido un pico que, a la postre, tampoco ha significado una inyección económica importante. "Ha sido más bien el impacto mediático que otra cosa", asegura su responsable, José María Bernaola. En concreto, la firma ubicada en Llodio ha fabricado en apenas tres días 1.800 pegatinas que desde el pasado sábado se han ido colocado a marchas forzadas en las señales de la red viaria española, cuyo censo no oficial está cifrado en unas 6.000 placas. El plazo para su efectiva colocación expira hoy a las seis de la mañana.

El pedido llegó a la sede de Nervión el pasado martes y 72 horas después fue entregado a una empresa de mantenimiento en Madrid. El impacto de la medida en Álava afectará a 80 señales distribuidas en la N-1, la autovía de Altube y la carretera N-240 a Legutiano, y el coste para las arcas forales será de unos 4.000 euros, reconoció la semana pasada el teniente de diputado general, Claudio Rodríguez. Para el conjunto del Estado, la medida que pretende aliviar el gasto energético con el cambio de números en las señales podría costar cerca de un millón de euros, sostienen diversas fuentes. Sea como fuere, el proceso de fabricación de los casi 2.000 adhesivos por parte de Nervión ha sido rápido. Cada una de las pegatinas consta de un fondo blanco reflectante de alta intensidad sobre el que se ha impuesto el número 110, "que está fabricado a base de un pvc adhesivo especial", detalla Bernaola. El último componente de la pegatina es, lógicamente, un pegamento industrial permanente de alta eficacia. "Es inviable que se pueda despegar. Tiene una duración mínima de diez años", añade el gerente, aparentemente despreocupado por el carácter "temporal" de la medida del Gobierno, que podría levantar la veda a la velocidad a los cuatro meses. ¿Será eso un problema para las señales? "Ninguno; ya buscaremos entonces la fórmula para despegar las pegatinas", tranquiliza desde su sede de Llodio.