BILBAO. Al debate protagonizado por PNV y PSE sobre el modelo de fusión de las cajas vascas se le suma ahora las diferencias notables sobre el proyecto de Ley vasca de Cajas cuyo primer borrador fue entregado por el Gobierno socialistas a los jeltzales el jueves. La iniciativa pretende cambiar la actual correlación de fuerzas en los órganos decisorios de las cajas para reducir la actual representación de miembros del PNV en beneficio del PSE y también, aunque en menor medida, del PSE. Las intenciones del Gobierno y el Partido Socialista, así como los criterios partidistas esgrimidos para lograrlo, han provocado un profundo malestrar en el seno de la formación jeltzale. Iñigo Urkullu denunció ayer que socialistas y populares busquen "únicamente quitar poder al PNV" con su proyecto. Defendió que pese a las críticas de politización de las cajas, el propio Gobierno español reconoce que BBK, Kutxa y Caja Vital son "las más solventes y las que indican una gestión profesional". El presidente del PNV se refirió al proyecto de Ley vasca de Cajas que aumentaría la representación del Parlamento y de las Juntas Generales en los órganos de dirección de las mismas, señalando que le "solivianta" que el consejero de Economía del Gobierno Vasco, Carlos Aguirre, "plantee ante los medios de comunicación que el propósito" de esa Ley acordada mediante un pacto entre el PSE y el PP sea el de suprimir o reducir poder del PNV.

"¿Cómo un responsable de economía institucional del Gobierno Vasco puede decir ante los medios que ése es el proyecto de la Ley vasca de Cajas?", se preguntó. A su entender, el consejero de Economía, tanto él como el propio PSE muestran a las claras "realmente todo lo que tienen como propósito en su acción concertada" con el PP para "llevar a todos los ámbitos esa concepción de cambio que implantaron en el Parlamento Vasco". En este contexto, destacó la negativa de socialistas y populares a la fusión plena de las tres cajas vascas planteada por el PNV en 2005, intento que finalmente no prosperó por el veto de las dos fuerzas constitucionalistas. Urkullu subrayó que ante la reordenación del sector financiero, sería "bueno" una fusión a tres en este momento en que estas entidades vascas "están bien", por lo que el lehendakari Patxi López debería responder si está de acuerdo o no con la fusión a tres. "Dejémonos de la representación de los partidos políticos, las tres cajas vascas están bien gestionadas, son solventes y no tienen ninguna urgencia".

representantes Por su parte, el consejero de Interior del Gobierno Vasco, Rodolfo Ares, acusó ayer al PNV de estar sobrerrepresentado en los centros decisorios de las cajas. Entrevistado en Radio Euskadi, el consejero defendió la integración del Parlamento Vasco y las Juntas y que se reduzca el peso de los ayuntamientos en las cajas vascas para intentar que "la representación en las cajas represente fielmente la pluralidad y la realidad del país".

El consejero explicó que el documento entregado al PNV se trata de un primer borrador y anunció que el Gobierno va a seguir apoyando todas las fusiones y acuerdos a los que lleguen las entidades bancarias "siempre que sean con el máximo consenso, partiendo de los responsables de las cajas". A su juicio, "lo que en ningún caso puede pretender el PNV es que los demás le ayudemos a mantener su posición dominante en las cajas cuando no representa lo mismo en la sociedad".

En este sentido, señaló que la formación liderada por Urkullu representa el 38% de los votos en Bizkaia pero tiene el 53% de la asamblea y el 100% del consejo de administración de la BBK, mientras que en Gipuzkoa representa el 27% y tiene el 48% de la asamblea y casi el 100% del consejo de administración. "¿Quién está suprarepresentado? Es razonable que vayamos a un sistema en que la representación de las instituciones refleje fielmente la proporción lo que cada uno representamos en la sociedad" indicó.