MADRID. "No estamos cerca, pero voluntad desde luego no nos falta", ha señalado el vicepresidente, que, en todo caso, ha negado que el Gobierno esté dispuesto a ampliar el plazo dado para conseguir un acuerdo. "El día 28 es el día fijado para aprobar la ley y ese día marca el final de la negociación en este tramo", ha insistido.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Rubalcaba ha afirmado que, tras varias semanas de negociación, se pueden extraer tres conclusiones: que las tres partes quieren llegar a un acuerdo, que éste es posible aunque lejano, y que es necesario para la economía y la sociedad española.
"No me cabe ninguna duda de que las tres partes queremos llegar a acuerdos y no me cabe ninguna duda porque he visto el comportamiento de los agentes sociales en las mesas de negociación", ha apuntado el vicepresidente primero, quien, no obstante, ha admitido que por ahora "son muchas cosas" las que separan a las partes.
El vicepresidente ha confiado en alcanzar un acuerdo, "todo lo amplio que se pueda tanto en temas como en participantes", pero ha añadido que si no es así y se logra un acuerdo sólo en temas básicos, sería también "extraordinariamente importante" para la economía española, las empresas, para la confianza de los mercados, para los trabajadores, y para la fortaleza institucional. "No le veo más que ventajas a un acuerdo", ha asegurado.
LO DE GAROÑA HA SIDO UNA "POLÉMICA DISPARATADA"
Rubalcaba ha explicado que el proceso de negociación se está ciñendo por ahora a cuestiones que son propias del diálogo social, como las pensiones, la negociación colectiva, las políticas activas de empleo o los ERE, por lo que no ha hablado de temas como la política energética y la política industrial.
En este sentido y preguntado por lo ocurrido con la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), el vicepresidente ha rehusado entrar en el tema y se ha limitado a insistir en que no se ha hablado en la mesa de negociación de la política energética y, por tanto, de ningún tipo de energía.
"Es una polémica que yo lamento y de la que no culpo a nadie, por alguna frase ocurrente. Es una polémica disparatada, lo lamento y espero que podamos concluir el proceso sin incidentes de recorrido", ha agregado Rubalcaba, que en todo caso ha considerado que la política energética corresponde al ámbito parlamentario aunque sindicatos y empresarios puedan hacer aportaciones.
Rubalcaba ha reconocido que en una negociación tan compleja como ésta, donde hay tanta gente implicada, "surgen noticias" que los medios de comunicación buscan y publican haciendo su trabajo, pero ha advertido de que "una negociación televisada, es muy difícil que salga" adelante.
"Por eso estamos siendo prudentes los ministros de Trabajo, Economía y yo mismo, que somos los implicados. El Gobierno quiere un acuerdo y para ello es mejor negociar con discreción, porque eso nos da libertad a las partes para solucionar los problemas", ha precisado.