NADIE duda que la política económica que aplique el Gobierno Vasco será crítica para la creación de un entorno que atempere los efectos de la gravísima crisis económica que padecemos y facilitarnos la salida de la misma. El Gobierno de Euskadi, como el del Estado desde la adhesión de España al euro, no tiene competencias en política monetaria. Tampoco las tiene en política fiscal puesto que esta última es competencia, prácticamente en su totalidad, de las diputaciones forales. Por ello la elaboración y ejecución de los presupuestos de la Comunidad Autónoma es la herramienta fundamental, casi la única con la que cuenta para desarrollar su política económica. Es relevante por tanto, en estas fechas, hacer balance y analizar cómo ha ejecutado el presupuesto para 2010, el primer año en el que ha dispuesto de un presupuesto elaborado por él mismo.

Para realizar un análisis riguroso de como ha utilizado el Gobierno de Patxi López el dinero que le ha confiado la ciudadanía durante el pasado año es necesario contemplar conjuntamente datos económicos que, intencionadamente o no, han sido difundidos en fechas distintas y que vistos individualmente solo aportan una visión parcial del tema. Los datos de conjunto disponibles en este momento solo permiten juzgar lo acontecido durante los nueve primeros meses del año. Vamos a ello.

El 26 de octubre pasado la portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendía, confirmaba que hasta esa fecha sólo se había realizado un 19% de la inversión directa presupuestada para el ejercicio.

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, informaba el 30 de octubre que el aumento de la recaudación fiscal debido al incremento del IVA, la resolución del caso Rover y un mejor comportamiento de la economía que lo esperado, habían permitido al gobierno incrementar los ingresos previstos para 2010 en 249 millones de euros.

El Ministerio de Economía y Hacienda Español informaba el pasado 20 de diciembre que el déficit presupuestario vasco en los nueve primeros meses de 2010 era del 1,46% del PIB, el sexto mayor de las 17 comunidades autónomas del estado, solo superado por Castilla-La Mancha, Murcia, Baleares, Valencia y Catalunya.

Según la misma fuente a finales del tercer trimestre la administración vasca acumulaba 4.105 millones de euros de deuda, siendo la comunidad autónoma que más había aumentado ésta en porcentaje, un 143%, cediendo a Asturias el honor de ser la comunidad autónoma menos endeudada del estado.

La política económica en épocas de crisis debe tratar de contener el déficit público y el aumento de la deuda pública que deriva del mismo obstaculizando el aprovechamiento de las oportunidades de salir de la crisis. Esto debe hacerse mediante una drástica reducción del gasto corriente, salvo en lo necesario para proteger a los más desfavorecidos, manteniendo o aumentando en lo posible la inversión en infraestructuras y el apoyo al tejido productivo que crean o mantienen el empleo y mejoran la competitividad del país y estimulando la mejora de la educación, la innovación y la creación de conocimiento para asegurar su futuro a medio y largo plazo.

Los datos anteriores muestran que el Gobierno de Patxi López, en los nueve primeros meses de 2010, en los que ha realizado menos de la quinta parte de la inversión directa presupuestada y ha tenido unos ingresos mayores de lo previsto, ha gastado casi 1000 millones de euros más de lo ingresado y ha aumentado su deuda pública en mayor proporción que ninguna otra comunidad autónoma del estado.

Surge de inmediato la pregunta: invirtiendo un 80% menos de lo previsto ¿en que se ha gastado tanto dinero como para producir un déficit y un aumento de la deuda pública tan importantes?

Cuando se disponga de todos estos datos para el año 2010 completo, esperemos que no transcurra demasiado tiempo para ello, los vascos y vascas tenemos derecho a que el Gobierno nos de cuenta de los mismos y nos informe con detalle de en que partida presupuestaria se ha utilizado cara euro gastado. En eso, y no en otra cosa, consiste la trasparencia.

En mi siguiente artículo analizaré las perspectivas que para 2011 nos ofrecen los, recientemente aprobados, presupuestos del Gobierno de Euskadi.