vitoria. El desglose en términos de empleo del recién finalizado 2010 -analizado profusamente desde que el Ministerio español de Trabajo hiciera públicos los datos el pasado martes- aún sigue generando titulares de prensa, al menos en el capítulo correspondiente al trabajo autónomo, un colectivo que se había caracterizado por su carácter anticíclico -incluso crecía en los peores momentos de la crisis-, y que ahora sufre como el que más.
En esta tesitura, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) concluyó el pasado ejercicio con una caída de 58.088 afiliados, 3.513 de ellos en Hegoalde (3.005 en la CAV y 508 en Nafarroa), lo que significa que cada día más de nueve (9,6) empleados vascos por cuenta propia se van al paro. Desde abril del año 2008, momento en el que el trabajo autónomo crecía a un ritmo interanual de un 10%, en el Estado español ya se han perdido 306.259 afiliaciones al RETA. A 31 de diciembre de 2010 el régimen especial contaba con 3.104.248 afiliados frente a los 3.162.336 de diciembre de 2009.
El paño caliente, que ni marca tendencia ni insufla optimismo todavía, vendría del lado de que la destrucción de trabajo autónomo crece a un ritmo más lento. De hecho, 2010 ha terminado con una reducción, en términos relativos, de un 1,84%, mientras que el Régimen General ha caído un 1,22%.
Un informe elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), pone de manifiesto que, con todo, "no cabe duda de que 2010 ha sido un mal año para los autónomos". "Mientras no seamos capaces de frenar la sangría de autónomos y empresas y de generar nuevas y sólidas iniciativas emprendedoras España continuará perdiendo empresas y con ello, aumentando las cifras de desempleados", añade. Por sectores, el informe elaborado por ATA muestra cómo la construcción volvió a ser, al igual que ya sucedió en 2009, el sector que registró una mayor pérdida en el número de autónomos, al descender un -7,9%, con 36.408 personas menos.
La sangría de pérdida de activos en la construcción continúa muy por encima de las expectativas, lo que confirma que las medidas urgentes del Gobierno español tampoco están produciendo ningún tipo de beneficio en este grupo empresarial. Con el retraso en la puesta en marcha del Plan para la Rehabilitación de edificios y viviendas anunciado, no sólo se está retrasando la reincorporación de los autónomos de la construcción a la actividad, sino que se está acelerando la destrucción de empleo en este colectivo.
Agricultura, industria y transporte son los otros grandes afectados por la crisis, con 10.898, 7.524 y 5.371 autónomos menos. Este elevado número de bajas ha sido ligeramente paliado por el crecimiento de educación (+3,8%), información y comunicación (+3,2%), actividades sanitarias (+3,1) o actividades profesionales (+2,4%).
Capítulo aparte merece el segmento hostelero, un grupo que venía creciendo, aunque a ritmos lentos, pero no destruía empleo. Hoy sí lo hace. Hay quien hila claramente este descenso con las previsiones de los hosteleros sobre las consecuencias de la entrada en vigor de la Ley antitabaco, que aseguran "repercutirá muy negativamente en los ingresos del colectivo hostelero autónomo".
Dos excepciones Las ciudades autónomas de Melilla (+2,4%) y Ceuta (+0,9%) fueron las únicas que vieron aumentar el número de emprendedores en 2010, sumando 74 y 27 nuevos emprendedores.
Murcia lideró la caída de emprendedores, con un descenso del 3,7%, lo que se tradujo en 3.576 trabajadores afiliados. La crisis también golpeó con dureza a los autónomos valencianos, gallegos y aragoneses, con descensos del 2,3%.
Junto a estos, y con descensos que superaron el 2%, se situaron La Rioja (-2,2%) y el Principado de Asturias (-2,1%). Cataluña e Islas Baleares, ambas con una pérdida de afiliados al RETA del 1,9% también cerraron 2010 con mermas superiores a la media estatal.
Castilla la Mancha situó su pérdida de autónomos en 1,8%, registro similar a la media estatal. Por debajo, pero con descensos en el número de autónomos a lo largo de 2010, se situaron: CAV y Cantabria, con un decrecimiento en el número de estos empresarios del 1,7%, Andalucía y Castilla y León, ambas con una pérdida del 1,6%, Canarias (-1,4%) y Madrid (-1,2%).