MADRID. España tiene margen de financiación suficiente para no tener que pedir el rescate de la UE, pero debe prepararse ante la posibilidad cada vez más cercana de que Portugal lo requiera. Cuando ello ocurra, España será la siguiente ficha del dominó y la presión de los mercados que tendrá que soportar será mucho mayor, según analistas consultados por Europa Press.

Esta escalada de tensión ya ha comenzado. La prima de riesgo se situó a primera hora de la mañana por encima de los 260 puntos básicos, mientras la bolsa abría con pérdidas y las intención de China de seguir comprando deuda española quedaba eclipsada por la opinión generalizada de que Portugal tendrá que pedir ayuda a la UE.

El analista de Inversis Banco Fernando Hernández considera "muy probable" que Portugal tenga que recurrir al fondo de rescate de la UE e incluso afirma que los mercados de deuda ya han descontado esta posibilidad con tipos cercanos a los que se vieron cuando Irlanda corrió esta suerte, en el entorno del 8%.

En este sentido, aunque asegura que la probabilidad de que España tenga que ser rescatada por la UE es "bastante baja", admitió que "es más alta" que en 2010.

En la misma línea, la directora de Análisis y Estrategia de Renta 4, Natalia Aguirre, afirma que "cada vez se ve más posible la intervención de Portugal", y que España sea la "siguiente ficha del dominó".

En caso de producirse este rescate, los problemas aumentarían significativamente para España. "Hay que cruzar los dedos para que los mercados tengan paciencia", afirma Hernández, aunque descarta que España tenga que pedir ayuda antes de diciembre de 2011.

Por su parte, Aguirre asegura que si se cumplen los peores augurios, la prima de riesgo podría ascender por encima de los 300 básicos, que España ha llegado a alcanzar en los peores momentos de la crisis de deuda.

LA PROXIMA SEMANA SERA CLAVE

La clave está en la próxima semana, cuando Portugal realice una emisión de deuda a 10 años, en medio de una oleada de emisiones de los tesoros de los países periféricos y de deuda privada. Algunos analistas creen que esta emisión es arriesgada y que si no recibe la demanda esperada lanzará una señal muy negativa a los mercados y situará a Portugal al borde del precipicio.

En opinión del economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, esta emisión es la razón principal del aumento de la tensión en los mercados, porque supone un "riesgo excesivo" para el país luso. "Va a ser una prueba de fuego", señalan desde Renta 4.

Portugal ya lanzó una emisión de letras a seis meses el pasado 5 de enero en la que tuvo que elevar la rentabilidad en un 80% para colocar 500 millones de euros.

Por su parte, España también tiene su propio 'examen' el próximo jueves 13 de enero con una emisión de bonos a 5 años, que estará marcada por la "incertidumbre", según apuntaron desde Self Bank.

ESPAÑA NO ES PORTUGAL NI DEBE SERLO

No obstante, la entidad defiende que la situación de España y Portugal son "nada comparables", una opinión compartida por el resto de los analistas.

Según el economista jefe de Intermoney, España "debe mantener la calma" pues tiene "mucho margen" para financiarse. Díez, que se mostró más optimista que el resto de los analistas, recordó que España cuenta con una fuerte de demanda de deuda, que no debería verse afectada por la alta emisión de papel de estas semanas, al ser en su mayor parte doméstica.

Además, Díez puso en valor que Santander y BBVA han emitido 2.500 millones de euros fuera de España, lo que demuestra que "se está captando financiación" también desde el sector privado.

Por su parte, la directora de Análisis y Estrategia de Renta 4 defiende que la ejecución presupuestaria está siendo "más positiva" en España, a lo que se suma el refuerzo que han supuesto los test de estrés a la banca de española, así como las reformas estructurales que está acometiendo el Gobierno. "Estamos en mejor situación de partida, pero hay que convencer de ello a los mercados", añadió.

Esta última apreciación es compartida por Self Bank, que no descarta "nuevas medidas" de ajuste del Gobierno para cumplir con los compromisos de déficit público para 2011, del 6% del PIB.

"Los objetivos de déficit se van a cumplir por activa o por pasiva", agregó el analista de Inversis, quien no dudó en que el Ejecutivo acometerá una nueva subida de impuestos si finalmente no se cumplen las expectativas de crecimiento del PIB para 2011, del 1,3%.