madrid. El portavoz la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) en Baleares, Javier Zanón, acusó ayer al Gobierno de haberles dejado "fuera del Estado de Derecho decretazo tras decretazo", lo que provocó un "efecto dominó de estrés y ansiedad" en el colectivo, que conllevó al cierre del espacio aéreo español durante casi 24 horas.

En declaraciones a Europa Press, Zanón censuró que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero "destruyó" el convenio colectivo de los controladores aéreos "por primera vez en este país", después de que el pasado 5 de febrero hiciera una "ley a su medida", que regulaba la prestación de servicios de tránsito aéreo y modificaba las condiciones laborales de estos trabajadores. "Nos tratan como si no fuéramos trabajadores con derechos en este país", reprobó, al tiempo que calificó de "abuso" la actitud del Gobierno hacia los controladores, a quienes, a su juicio, "se ha vilipendiado y mentido".

Por otro lado, desveló que en las últimas horas los controladores quisieron "entregar sus empleos dado que no cuentan con un marco legal que les ampare". "Hay gente llorando y en situación límite, por lo que muchos están tomando ansiolíticos", remarcó. Preguntado sobre si existe algún tipo de temor entre los controladores respecto a la posibilidad de que la Justicia actúe contra ellos por su decisión de ausentarse de su puesto de trabajo dejando a miles de ciudadanos atrapados en los aeropuertos, Zanón dijo que "tenemos miedo desde hace diez meses, ya que estamos sin condiciones laborales mínimas". Así, subrayó que el personal está "absolutamente desquiciado", debido a que han tenido que trabajar "muchas horas" extra en los últimos meses "y no saben ni cuándo tienen que trabajar", por lo que afirmó que el colectivo dijo "basta ya". No obstante, Zanón lamentó "profundamente" lo que ha ocurrido por los miles de pasajeros que se han visto afectados, si bien acusó al Gobierno de provocar la situación.

Por otro lado, el portavoz de la USCA, César Cabo, aseguró que fue "muy difícil convencer" a los controladores de que volvieran ayer a sus puestos de trabajo, ya que se trata de "una plantilla muy castigada". Además, sostuvo que el colectivo "sufrió una provocación en forma de decreto ley, en la víspera de uno de los puentes más importantes del año". Destacó que la "explosión espontánea" que se propagó por los centros de trabajo fue imposible de evitar y que aunque el sindicato comprende "el perjuicio ocasionado a los pasajeros y a las compañías", debe valorarse "la virulencia de la provocación de AENA". No obstante, confió en el reinicio de la negociación.

declaraciones Una controladora del aeropuerto de Palma, Blanca Uriarte, señaló que "jamás hubiéramos hecho esto voluntariamente, nos han obligado", mientras trataba de pedir disculpas a los ciudadanos. Uriarte relató que el estado emocional en el que están desde el viernes los controladores no les permite ejercer sus funciones con garantías y que por ello, ninguno quiso asumir la responsabilidad de trabajar en condiciones de "ansiedad". "Pero ha entrado la Guardia Civil, el Ejército del Aire con pistolas y nos han obligado, en este estado a sentarnos y a separar aviones", denunció.

Otra controladora aérea, Merche Canalejo, tras pedir "un millón de disculpas", aseguró que su colectivo no es el "origen del problema", sino las condiciones de "esclavitud" en las que desempeñan su trabajo. En declaraciones a Efe, afirmó que no querían "llegar a esto", pero que su actitud la desencadenó la aprobación por parte del Gobierno de un decreto ley que regula el horario laboral y que no computa como jornada el tiempo de formación, las guardias y licencias o las ausencias por incapacidad laboral. Y alertó de que son "capaces de volver a hacerlo. No nos vamos a doblegar".