Bruselas. Expertos de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) viajan hoy a Dublín para iniciar las negociaciones formales de un plan de rescate de hasta 100.000 millones de euros para Irlanda con el objetivo de frenar la crisis de deuda en la eurozona y evitar el contagio a países como España y Portugal. El diálogo se intensificará, aunque el gobierno de Brian Cowen, que mantiene que la economía irlandesa es solvente, sigue rechazando pedir ayuda para no perder soberanía.

"La situación es muy urgente y de hecho muy grave. Así que no tenemos tiempo que perder. Es esencial que se restaure la confianza en el sector bancario irlandés por el bien de la estabilidad financiera de Europa y para restaurar la confianza en la economía real irlandesa", argumentó el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, para justificar las presiones de Bruselas sobre Dublín. Rehn insistió en que las negociaciones de hoy "pueden considerarse como una intensificación de los preparativos para un posible programa (de ayuda) si el Gobierno irlandés lo pide y la eurozona lo considera necesario". El diálogo, resaltó el comisario de Asuntos Económicos, no se centrará únicamente en los problemas del sector bancario, como pretende Irlanda, sino que también cubrirá el programa de consolidación fiscal para los próximos cuatro años que prepara Dublín, y que se presentará antes de que acabe el mes, y los presupuestos para 2011, que tienen que aprobarse en diciembre. "La clave es que el plan fiscal logre el objetivo de reducir el déficit al 3% en 2014 con un esfuerzo inicial de (consolidación de) 6.000 millones de euros el año que viene", explicó Rehn.

Por lo que se refiere al sector financiero, el comisario de Asuntos Económicos indicó que "el objetivo obvio es que el sector bancario irlandés se haga viable y sostenible, lo que requerirá bastante reorganización y reestructuración".

Por su parte el ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, que preside el Ecofin, precisó que espera que la UE imponga a los bancos irlandeses las mismas medidas que ha decretado para otros países.

alegato Frente a estos mensajes el primer ministro irlandés, Brian Cowen volvió ayer a negar que su Gobierno vaya a presentar una solicitud para que la economía de la isla sea rescatada. De hecho, Cowen afirmó que las informaciones que insisten en que Irlanda solicitará ayuda exterior no ayudan a la resolución de esta crisis ya que dan imagen de debilidad y alimentan los ataques de los especuladores. El primer ministro aseguró que su Gobierno trabajará con la CE, el BCE y el FMI para solucionar cuestiones "monetarias" que afectan no sólo a Irlanda, sino a toda la "zona euro". Su ministro de Finanzas, Brian Lenihan, aseguró que el sistema bancario irlandés no atraviesa "dificultades graves" y atribuyó la actual crisis a la falta de "normalización" en los mercados internacionales.