seúl. Los países del G-20 se han comprometido a evitar la "devaluación competitiva de las divisas" tras la cumbre de dos días celebrada en Seúl, en la que también han acordado mejorar los procesos de evaluación de sus políticas para evitar los desequilibrios externos, aunque no será hasta la primera mitad de 2011 cuando se conozcan las medidas destinadas a este fin.

En un comunicado conjunto, los líderes del G-20 avanzan los contenidos del denominado Plan de Acción de Seúl, en el que se considera que es necesario poner en marcha políticas macroeconómicas, incluida la consolidación fiscal donde sea necesario, para asegurar la recuperación en curso y el crecimiento sostenible y mejorar la estabilidad de los mercados financieros.

En concreto, señala la necesidad de avanzar hacia sistemas de tipos de cambio más determinados por los mercados, "mejorando la flexibilidad de la tasa de cambio, para que refleje los fundamentos económicos subyacentes, y evitando la devaluación competitiva de las divisas".

En este sentido, subraya que las economías avanzadas, incluidas aquellas con reservas de divisas, deben estar "vigilantes para evitar una excesiva volatilidad y movimientos desordenados en el tipo de cambio". "Estas acciones ayudarán a mitigar el riesgo de una excesiva volatilidad en los flujos de capital a la que se enfrentan los países emergentes", añade.

Asimismo, los líderes han acordado mejorar el denominado Proceso de Evaluación Mutua, para lo que fortalecerán la cooperación multilateral con el objetivo de promover la sostenibilidad externa y poner en marcha un conjunto de políticas que permitan reducir los desequilibrios excesivos y mantener los desequilibrios por cuenta corriente en niveles sostenibles.

bancos más controlados Por otra parte, la cumbre de G20 de Seúl acordó ayer también unos requisitos de supervisión y capital más estrictos para las instituciones financieras, con acento en los grandes bancos globales, que tendrán que someterse a un mayor control para evitar nuevas crisis.

El nuevo marco acordado en Seúl intenta evitar que de nuevo los gobiernos tengan que acudir al rescate de bancos u otras entidades financieras consideradas "demasiado grandes para caer", y para ello les pedirá mayores reservas que eviten rescates como los de RBS en Reino Unido o de la aseguradora AIG en EEUU.

Los líderes de los países ricos y emergentes adoptaron ayer los nuevos requisitos de capitalización acordados en septiembre por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, conocidos como Basilea III, que supondrán un aumento de los requisitos sobre el capital ordinario de las instituciones financieras desde el 2% al 7%. Además, el G-20 se comprometió a aplicar las recomendaciones del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) para establecer un marco regulador adicional para que los bancos considerados de gran importancia en el sistema financiero mundial puedan hacer frente a un escenario de crisis.Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, salió a correr ayer por la mañana con el premier británico, David Cameron, antes del inicio de la segunda sesión de la Cumbre del G-20. Ambos corrieron durante 35 minutos, cubriendo una distancia de seis kilómetros del Seoul Forest Park, un parque cercano al hotel donde se alojaba el presidente.