vitoria. La subida de impuestos en Álava a los más ricos, de momento, tendrá que esperar hasta la primavera del año que viene. El diputado general, Xabier Agirre, que fue el artífice de esta propuesta ante el Gobierno Vasco y el resto de diputaciones hermanas, volvió ayer a lamentar este retraso, aunque lo hizo con un matiz que hasta ahora había manejado en privado: "No he encontrado el respaldo necesario ni en las otras diputaciones ni en el Gobierno, que han preferido dejar ese debate para después de las elecciones", señaló en el pleno de control de las Juntas Generales ante una interpelación planteada por el juntero del Grupo Mixto (antigua ANV) Iñaki Usategi, sobre las modificaciones fiscales que propuso en el mes de junio.

Entre éstas, Agirre se refirió a la posibilidad de aplicar una presión fiscal mayor a las rentas superiores a los 150.000 euros anuales. El diputado general insistió en que tras las elecciones de mayo mantendrá su discurso y aseguró que la institución que preside "dispone de ideas propias", aunque "debe prevalecer la armonización entre las tres haciendas", sostuvo.

Reformas Entre las reformas fiscales que sí saldrán adelante al contar con el acuerdo del Órgano de Coordinación Tributaria (OCT) destacan la deducción en el IRPF a pensionistas y desempleados cuya base imponible no supere los 20.000 euros anuales. 32.000 alaveses se beneficiarán de esta medida. También la deflación en un 2% de las tarifas del IRPF, la actualización en otro 2% de las deducciones y el mantenimiento de la deducción por vivienda y de los 400 euros para las rentas menores de 20.000 euros al año. Estas medidas supondrán una reducción de ingresos cercana a los cuatro millones de euros.