madrid. El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, aseguró ayer que tras la huelga general, cualquiera que sea la respuesta ciudadana, el Gobierno hará a los sindicatos una "invitación inmediata" al diálogo, convencido de que hay "margen suficiente" para negociar y modernizar el mercado laboral. Chaves enumeró los posibles puntos de acuerdo, como la negociación colectiva, las políticas activas de empleo o el propio desarrollo de la reforma laboral, que incluye aspectos como el fondo de capitalización para los trabajadores, similar al modelo austríaco. "La ley necesita y exige un desarrollo; ahí podemos hablar", subrayó el vicepresidente antes de reconocer que entiende "perfectamente" a los sindicatos porque ha formado parte de ellos.

Tras admitir que la negociación no será fácil, insistió en que el Gobierno tiene muy claro que la reforma aprobada es "absolutamente necesaria" y no ha sido adoptada por "capricho o falta de sensibilidad". El Ejecutivo está "lógicamente" preocupado por la huelga y sus resultados, pero considera que no habrá que analizarla "en términos de fracaso" del Gobierno sino de "éxito o no de los sindicato".

El vicepresidente elogió el acuerdo de servicios mínimos alcanzado con los sindicatos y criticó la incapacidad de comunidades gobernadas por el PP para cerrar este tipo de pactos.