MADRID. El Gobierno y el PP han acordado trasladar a la tarifa eléctrica de último recurso (TUR) el resultado de la subasta que mañana fijará el coste de la energía, uno de los componentes en el precio de la luz y que según los expertos puede ser superior al de junio.
Tras participar en la presentación de un informe de la Agencia Internaional de la Energía, el secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, aseguró que han acordado con el PP que los cambios que se produzcan en el componente energía "se tienen que traducir a los precios finales".
"Pero no sabemos lo que va a pasar con la subasta", apuntó Marín, que subrayó que el resultado de la misma podrá ser tanto al alza como a la baja o similar al de la celebrada en junio.
La semana pasada, el Ministerio de Industria propuso a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) no subir en octubre los peajes de acceso, única parte del recibo de la luz que fija el Gobierno.
Los peajes o tarifas de acceso remuneran costes regulados del sistema eléctrico, como las primas a las renovables, el transporte o la distribución, y las pagan todos los consumidores de electricidad.
En el caso de la TUR, a la que pueden acogerse usuarios con potencias inferiores a los 10 kilovatios (hogares y pymes)-, los peajes constituyen uno de los componentes utilizados para su cálculo, junto a los impuestos y al precio de la energía, que se determina mediante subastas (CESUR).
Mañana se celebrará la subasta que determinará el coste de la energía para el tercer trimestre del año. En función de la evolución de los precios en el mercado eléctrico mayorista (pool), se espera que el resultado sea superior al de la celebrada para el segundo trimestre del año, lo que conllevaría un incremento de la TUR.
En el documento remitido a la CNE, Industria propone mantener las tarifas de acceso a las redes de transporte y distribución que entraron en vigor el 1 de julio, tanto para los grandes consumidores como para los usuarios domésticos.
A finales de junio, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, anunciaron que habían acordado no aplicar la subida de la luz prevista para julio, lo que obligó al Ejecutivo a mantener o incluso bajar los peajes en contra de su propuesta inicial de subirlos sustancialmente.
Desde julio de 2009, la única herramienta que permite al Gobierno jugar con el precio de la luz son los peajes, pues la otra parte del recibo depende del coste de la energía en el mercado mayorista eléctrico (pool) o del resultado de las CESUR.
El Gobierno y el PP acordaron congelar la tarifa eléctrica para buscar un pacto de Estado en materia energética que, entre otras actuaciones, conllevará la revisión de todos los costes que soporta el sistema eléctrico.
Hasta ahora, la revisión de los peajes de acceso se realizaba semestramente, pero antes del verano el Ejecutivo modificó la normativa para permitir que el ajuste se haga trimestralmente.