LA renovación de las tarjetas bancarias se ha encarecido en los últimos doce meses una media de un 4,53% en el caso de las de débito y un 3,23% en las de crédito, según los últimos datos del Banco de España. La cuota media cobrada en julio por las entidades financieras del Estado español por la tarjeta de débito era de 16,84 euros, la misma cifra que en mayo y en junio pero 0,73 euros más que hace un año, mientras que la de crédito ascendía a 33,48 euros, igual cota que los dos meses anteriores pero 1,05 euros más que en julio de 2009.
Estas comisiones son las tasas que de media cobran las entidades a sus clientes al año, aunque las cifras varían en función de cada entidad. También hay que tener en cuenta que algunos bancos y cajas ofertan a sus clientes la exención de abono de esta cuota si domicilian su nómina, recibos o contratan planes de pensiones y otros productos.
Las comisiones asociadas a las tarjetas bancarias -de débito y crédito- se han ido incrementando de manera constante en los últimos años, de forma que entre 2005 y finales de 2009 la subida acumulada llega al 49% de media. Así, si a finales del año pasado la banca cobraba una cuota media anual de 16,66 euros para las tarjetas de débito y de 33,3 euros para las de crédito, a finales de 2005 esas cuotas medias eran de 11,12 euros y de 22,94 euros, respectivamente. Esto supone que en los últimos cuatro años tener una tarjeta de débito o crédito nos sale un 49,8 o un 45,16% más caro.
El análisis de los datos sobre tarjetas bancarias que proporciona el Banco de España también muestra que entre unas entidades y otras hay grandes diferencias en las comisiones que cobran, pues oscilan entre un mínimo de 4,5 euros y un máximo de 25 euros para las de débito y entre 13,5 y 47 euros para las de crédito. Según las entidades financieras, estos importes y los que figuran en los listados del Banco de España no se ajustan a la realidad, ya que la tabla de comisiones que deben remitir al regulador recoge las tasas más elevadas que pueden aplicar, mientras que en la práctica las comisiones máximas se aplican muy pocas veces.
En estos momentos, aunque las comisiones siguen siendo un capítulo muy importante en los ingresos de bancos y cajas, hay muchas entidades que cuentan con campañas de "cero comisiones" que eximen de su pago siempre que los clientes cumplan una serie de requisitos. En el ejercicio 2009 las comisiones representaron aproximadamente el 25% del margen bruto de la banca del Estado español.
Por lo que respecta a otras comisiones cobradas por las entidades bancarias a sus clientes, la cuota por mantener la cuenta corriente y la cuenta ahorro, de carácter semestral, se mantuvo estable en julio si se compara con las tarifas de mayo y de junio, pero volvió a repuntar en relación a diciembre de 2009. En concreto, tener una cuenta corriente costaba de media en julio 21,75 euros, un 3,22% más que en diciembre de 2009, y la cuenta ahorro salía por 21,11 euros, un 1,5% más que a finales de 2009.
Asimismo, la tarifa que las entidades cobran a sus clientes por tener descubiertos en cuenta se situaba en julio en 11,77 euros, la misma tasa que en mayo y en junio, pero un 10,8% más que hace un año (10,62 euros). Por su parte, la banca cobraba en julio de media 105,10 euros por el estudio de los préstamos hipotecarios, mientras que por la apertura del préstamo cobraba 590,08, las mismas tasas que desde abril, pero un 7,14% y un 2,96% más que hace un año, respectivamente. Por el estudio y apertura de préstamos no hipotecarios, las entidades cobraban 87,78 y 112,92 euros, en cada caso, lo mismo que en junio, pero un 4,77% y un 5,66% más que hace un año.
la crisis de las tarjetas Al cerrar el primer trimestre de 2010 en el Estado español había 73 millones de tarjetas bancarias, de las que 43,56 millones eran de crédito y 29,45 de débito. El número total de tarjetas, aunque es una cifra llamativa que supone que prácticamente cada habitante cuenta con dos tarjetas, se redujo en 2009 por primera vez después de muchos años de incrementos elevados, especialmente en el segmento de crédito. Según los datos del Banco de España, en el año 2000 habría un total de 45,8 millones de tarjetas en circulación (16 millones eran de crédito y 29,8 de débito); en 2008 su número había crecido hasta 76,4 millones (44,8 millones de crédito y 31,57 de débito); en 2009 se registró un descenso del 2,46% en el total y se cerró el ejercicio con 74,52 millones de tarjetas. En el primer trimestre de 2010 esta reducción ha continuado, situándose en el -3,7%.
En paralelo con la reducción del número de tarjetas en circulación registrada en 2009 y que se mantiene en los primeros meses de 2010, las operaciones de compra con este medio de pago en los terminales punto de venta se anota incrementos inferiores a los que tenía hasta 2009, mientras que los importes de estas operaciones bajaron un 3,54% el ejercicio pasado y en este se están recuperando ligeramente. Algo similar ocurre con las operaciones de retirada de efectivo en cajeros, cuyo número e importe bajó en 2009 (un -2,96 y un -2,88%, respectivamente).