bilbao. Adolfo Muñoz considera que la crisis está evidenciando "un preocupante déficit democrático institucional". "No hay democracia cuando los partidos con opción de gobierno han renunciado al debate en favor de ajustar derechos laborales y sociales". Ante ello, Muñoz plantea reparto de la riqueza, negociación colectiva, defensa de los servicios públicos y marco vasco de relaciones laborales.

Los grupos parlamentarios enmendarán en texto de la reforma laboral. ¿Está plenamente convencido de que los cambios serán aún más nocivos para los trabajadores?

Sí. El texto ya empeora sensiblemente desde que termina la mesa de negociación. Y aún empeorará más en el trámite parlamentario. Los que han votado a favor o se han abstenido lo han hecho a sabiendas de que eso es así, y han tomado una decisión contra los trabajadores porque tanto monta el sí como la abstención. El propósito de la reforma es dar más poder al empresario a cambio de precariedad. Es un debilitamiento impresionante del derecho laboral.

Ustedes hicieron un llamamiento al PNV para que no convalidase el decreto de Zapatero y a la postre los parlamentarios jeltzales se abstuvieron. ¿Se siente defraudado?

Al PNV no. A los partidos vascos. ¿Defraudados? Por supuesto. ¿Sorprendidos? No, porque la foto de alianza en relación al poder económico es la misma que la de la fiscalidad. Si es necesario votar a favor lo hacen y si no se abstienen. En la validación de las reformas que pide el capital y el mundo de la empresa siempre están los mismos.

La fiscalidad se está convirtiendo en el estandarte de ELA. ¿Es así?

Cierto. Debería capitalizar el debate. Tenemos un diferencial de presión fiscal de más de nueve puntos con Europa. Con una fiscalidad similar a la media europea se podrían recaudar más de 8.000 millones de euros en Hego Euskal Herria (el 60% del presupuesto del Gobierno Vasco) y no quieren tocar sus intereses dando marcha atrás en las reformas que han llevado a cabo en los últimos años, descapitalizando el sector público. Y dicen que hay que hacer ajustes. ¿Cómo? ¿Pidiendo solidaridad a los funcionarios? El ahorro de la rebaja de la masa salarial de los empleados públicos en la CAV y Nafarroa es de 87 millones, una minucia comparado con lo que supondría homologar la tasa con Europa y atacando el fraude.

Cuál es el punto de partida. ¿Subir impuestos a las rentas más altas?

El punto de partida en el debate fiscal es tomar a la gente por imbécil. Ellos ya se han puesto de acuerdo en que no se va a tocar nada si no hay consenso. Yo puedo solventar un problema de imagen mediática, de imagen pública, diciendo que estoy dispuesto a (...) pero emplazo al consenso. Claro, basta que el otro diga que no para que la iniciativa no prospere. El resulado ya está tasado y maquillado, porque decir que se va a gravar no sé cuánto a las rentas más altas y a la postre resulta que en Gipuzkoa por ejemplo son sólo dos millones más de recaudación, es un maquillaje. Nos lo podían poner un poco más complicado.

¿Dónde queda entonces nuestra soberanía fiscal?

Pese a que hay competencias para ello nuestras palabras no son escuchadas. El Concierto y los Convenios se han utilizado para descapitalizar y para tener menor presión fiscal aquí que en España.

¿El sindicalismo puede esperar algo de la política?

Nosotros no somos una organización que tenga padre político. Ni lo tenemos ni lo queremos, pero constatamos con preocupación el desapego de la clase política gobernante hacia los intereses reales de la gente. Los políticos deberían sacar conclusiones y, aunque la política de los gobiernos nos ha dejado solos, somos muchos. Aun así, ELA cree en la política, pero la política actual se ha puesto descaradamente al servicio de los intereses privados, no de la solidaridad, no de la gente que necesita de la política para poder vivir con dignidad.

¿Cómo valora la rebaja del sueldo de los políticos?

Es una pose en cuantía. Más que valorar eso, que me parece anecdótico en el montante económico en que nos movemos, prefiero insistir en la alternativa. ¿Por qué han tomado como chivo expiatorio al empleado público con eso de que tiene empleo digno? Pero ¿les estorban los empleos dignos? A nosotros no nos estorba el empleo digno, y luchamos para que la gente que tiene empleo precario mejore sus condiciones. Y tenemos huelgas larguísimas de gente que cobra una miseria y retrata a quienes utilizan esa mano de obra barata. Y algunos de ellos son los notables del lehendakari.