Madrid. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que no ha planteado la reforma laboral como una "solución definitiva" al problema del paro en España, pero se trata de una "pieza más que debe cambiar el mercado laboral para favorecer la estructura productiva" en España. Durante su turno de réplica en el Debate europeo en el Pleno del Congreso, Zapatero respondió de esta forma al diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, a quien acusó de "meter el dedo en el ojo" con este asunto. "Esperemos a ver los resultado de la reforma. Yo no los prejuzgo, pero esperemos a verlos", pidió.

"Luego se podrán discutir las fórmulas concretas", señaló el jefe del Ejecutivo, quien añadió que los mejores mercados laborales son los que se basan en el "principio de la flexiseguridad". "¿Qué referencia tiene el señor Llamazares como el mejor modelo?, no creo que sirvan ejemplos como China y Rusia", dijo.

calificativo El jefe del Ejecutivo señaló que una "opinión unánime" de sindicatos y empresarios es que resulta necesario "cambiar cosas" en el modelo laboral español, y con este objetivo el Gobierno, y él mismo, han estado dialogando "durante muchos horas" sobre problemas y posibles soluciones. "No hay que dar muchos datos cuando tenemos un 20% de tasa de paro y un 30% de temporalidad, que es la norma para cinco o seis millones de jóvenes", señaló Zapatero, que aseveró que esto "obliga" a los progresistas a tomar medidas. En este sentido, señaló que la reforma que se ha puesto en marcha "favorece la flexibilidad" en todos los órdenes: entrada y salida del mercado laboral, así como adaptación de las empresas a las circunstancias.

Asimismo, rechazó que se haga hincapié en lo que la reforma contempla en relación al "problema del despido", y abogó por tener en cuenta el "cambio trascendental" que supone en España impulsar un sistema "inspirado en el austriaco", con "flexibilidad" en el marco de las relaciones laborales y seguridad para los trabajadores.

contraataque En el mismo foro y ante los ataques del presidente del PP, Mariano Rajoy (le achacó no tener "autoridad moral" para defender una reforma "impuesta" desde la UE y el FMI), Zapatero exigió al líder de la oposición que "se moje" en los temas fundamentales de la economía y presente propuestas, ya que hasta el momento ha sido "incapaz" de dar alternativas a la política del Ejecutivo.

Rajoy replicó a esta acusación con cinco propuestas: la petición al presidente de que no congele las pensiones, no suba el IVA en julio, no baje los sueldos de los funcionarios, incluya en la reforma laboral regular la negociación colectiva y la formación y no suba más impuestos.

Esta respuesta no le valió al jefe del Ejecutivo, quien señaló que lo único que hace Rajoy es instar al Gobierno a que "no haga esto o lo otro". "Hay que mojarse", le reiteró. El presidente del Gobierno empleaba así la misma estrategia con la que ayer contestó al portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, y volvía a acusar a los populares de dedicarse sólo a la crítica sin presentar alternativas en materia económica.