Madrid. Las principales asociaciones de consumidores del Estado mostraron ayer su total oposición a la posible subida de un 4% como media en la factura de la luz propuesta por el Gobierno para el próximo mes de julio porque, en un momento de crisis como el actual, esta medida es "del todo inaceptable" para las familias. Las asociaciones de consumidores respondían así a la intención del Ministerio de Industria de aumentar las tarifas eléctricas de acceso un 10% para los hogares y pequeños comercios y un 5% para la mediana industria, mientras no se tocarán las de los grandes consumidores (cementeras, químicas o siderúrgicas).

Este aumento en los peajes de acceso supondría un incremento de en torno al 4% de la Tarifa de Último Recurso (TUR), la única que fija el Gobierno y a la que pueden acogerse 26,8 millones de hogares y pymes (potencias contratas iguales o inferiores a los 10 kilovatios), según expertos consultados por Efe. La TUR se calcula mediante la subida propuesta por el Ejecutivo y una subasta de energía que aún no se ha producido y con la que el Gobierno espera que el incremento se reduzca.

Desde las asociaciones de consumidores se recuerda además que la factura ya se va a incrementar un 2% con la subida del IVA en julio, con lo que la subida real sería del 6%.

quejas El portavoz de la confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), Antonio López, manifestó que "si finalmente este aumento del precio de la luz es aceptado por la Comisión Nacional de la Energía (que deber pronunciarse sobre la misma)", será "absolutamente inaceptable que, en un momento de crisis profunda y con una inflación que no llega al 1%, se penalice así a familias y pequeños consumidores". "Es una afrenta en toda regla, en este momento de crisis. Si la subida rondase la inflación o incluso estuviera unas décimas por encima del IPC, podríamos estar de acuerdo, pero en ningún caso podemos aprobar una subida del 10% porque es una cifra del todo descabellada", advirtió.

En la misma línea, la portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu, rechazó frontalmente una subida de la luz por encima del IPC porque, en estos momentos, cualquier aumento superior a esa cifra es "un golpe directo a la línea de flotación del consumidor". Tras recordar que en este contexto de crisis, "con expectativas de mejora aún muy lejanas, una subida en un servicio básico como la luz, aunque sea en la tarifa de acceso, es un golpe importante para los bolsillos, que además coincidirá con el aumento del IVA de julio (del 16 al 18% y que también se notará en el recibo de la luz) y puede que a algún otro incremento fiscal".

La portavoz de la OCU advirtió además de que este aumento aplicado en la tarifa de acceso repercutirá sobre muchas personas que han traspasado su contrato a compañías liberalizadas y que "no saben que estas empresas actualizan sus precios con las tarifas de acceso y no con las de último recurso". Para la OCU, antes de aprobar una tarifa de la luz, es necesario hacer una reflexión "clara" del déficit tarifario, "para ver cuánto cuesta la generación de cada kilowatio, porque no cuesta lo mismo si procede de energía nuclear, eólica o hidráulica, y aclarar y hacer transparente esa factura".