Vitoria. Es una causa común y compartida, pero aun así no logra unir a los principales sindicatos vascos en su reivindicación. Hoy se celebra el Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo y ya ayer hubo numerosos actos y manifestaciones reivindicativas. Las centrales vascas no faltaron a la cita aunque lo hicieron en solitario, eso sí, todas ellas coincidiendo en un mensaje crítico hacia las medidas públicas y privadas que se toman para evitar los accidentes y las enfermedades en el trabajo. Sólo en 2009, Osalan cuantificó oficialmente 62 muertes en siniestros relacionados con el trabajo o en itinere en Euskadi.

Así, por ejemplo, ELA eligió ayer Pamplona para celebrar una manifestación que partió de la sede de la patronal y concluyó ante el Gobierno navarro en la que exigió que "la salud laboral no se convierta en un negocio". Al término y tras guardar un minuto de silencio en recuerdo por los 81 trabajadores muertos en accidentes laborales el pasado año en Euskal Herria, su secretario general, Adolfo Muñoz, denunció que las tasas de siniestralidad laboral y de destrucción de empleo son "de las más altas de Europa" y apuntó que si se dice que la siniestralidad ha caído es porque "hay menos actividad".

"Precariedad llama a más precariedad", señaló Muñoz, quien se mostró crítico con las administraciones, las patronales y los sindicatos que "posibilitan el diálogo social", dijo en alusión a UGT y CCOO, organizaciones que, en su opinión, "están en nómina" y "quieren hacerse con el monopolio sindical".

Un centenar de personas convocadas por el sindicato CCOO se manifestaron en Donostia y se concentraron frente a la delegación de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco para denunciar que "los médicos de Osakidetza incumplen el decreto de enfermedades profesionales" y exigir una mayor "calidad" en los servicios de prevención.

Tras intervenir en una asamblea de delegados de prevención, el secretario general de UGT en Euskadi, Dámaso Casado, pidió incluir una cláusula de seguridad en los convenios laborales ante el aumento del número de personas que han perdido la vida en el trabajo, ya que, en lo que va de año, esta cifra asciende a siete empleados.

LAB, por su parte, celebró ayer sendas manifestaciones en Vitoria, Llodio y Amurrio bajo el lema Badaukagu Alternatiba.