El Consejo Directivo del FMI acordó ayer establecer un fondo da reserva de 400.000 millones de euros, que aportarán los países desarrollados y los principales mercados emergentes, para responder a crisis de gran magnitud. La medida cimenta el papel del Fondo Monetario Internacional como la institución principal de combate a la inestabilidad económica, al darle las armas para hacerlo. El fondo, conocido con el burocrático nombre de Nuevos Acuerdos de Préstamo (NAB, en inglés), contaba con tan solo 50.000 millones de dólares antes de la actual crisis financiera. Hace un año, el G-20 pidió en su cumbre presidencial en Londres dotar al FMI de 500.000 millones de dólares adicionales para ayudar a los países más sacudidos por la crisis.
washinton. El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió el documento presentado para una reforma laboral como una propuesta "innovadora y reformista" y abrió la puerta a que el Estado pague parte del fondo para el despido de cada trabajador con el fin de ayudar a las empresas.
"Afirmo rotundamente que no sólo no va a suponer una merma para los derechos de los trabajadores ante el despido, sino que con la propuesta para llegar a un acuerdo que hemos presentado a los interlocutores sociales, se puede mejorar el funcionamiento del modelo", subrayó en Washington. Según explicó, la alternativa más sólida que baraja el Gobierno es que para reducir la aportación que tiene que hacer el empresario en el despido se utilicen recursos públicos, que procederían del presupuesto destinado actualmente a incentivar la contratación mediante bonificaciones (entre 3.000 y 4.000 millones de euros).
El objetivo, dijo, es "estimular" el contrato indefinido con despido de 33 días por año trabajo, el denominado contrato de fomento del empleo, para que ésa sea la vía de entrada de los trabajadores al mercado laboral, y corregir el "excesivo" volumen de contratación temporal y precaria.
La propuesta española se basa en el modelo austríaco, en el que el trabajador cuenta con un sistema de indemnización por despido que funciona como un fondo de ahorro, una "mochila" que puede mantener aunque cambie de trabajo y que el Estado incentiva utilizar como complemento a la pensión pública.
La propuesta del Gobierno introduce una importante novedad en este modelo, ya que en Austria sólo son las empresas las que aportan a ese fondo para el despido y en España contribuiría también el Estado.