madrid. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordónez aseveró ayer que España adolece de un "gravísimo desempleo masivo", que roza el 20% y puede convertir a la banca y las entidades de crédito en un grave problema además de que el problema obliga al gobierno a introducir algunos cambios en el mercado laboral.

Asimismo alertó de que el sistema bancario puede convertirse en un "obstáculo" para conseguir la recuperación económica si España sigue manteniendo por un periodo prolongado millones de trabajadores en paro.

"Voy a pedir al Servicio de Estudios (del Banco de España) que lo valore", dijo Fernández Ordóñez al ser preguntado sobre la propuesta presentada el lunes por el Ejecutivo que adopta rasgos del conocido como sistema austríaco para abaratar los costes laborales, sobre todo en cuanto al despido.

"Llevo bastante tiempo hablando de eso, tenemos un problema muy serio, de gravísimo desempleo y unas instituciones laborales muy distintas al resto, y eso hay que cambiarlo", estimó el gobernador del instituto emisor, quien prefirió no entrar a valorar la iniciativa del Gobierno en este sentido.

Para Fernández Ordóñez, las principales tareas a acometer en el mercado laboral son asimilar la contratación indefinida en la línea de las actuaciones de otros países, para que haya más, y mejorar la negociación colectiva para que las pequeñas y medianas empresas (pymes) puedan adoptar mecanismos presentes en las de mayor tamaño, como llegar a acuerdos con sus trabajadores para garantizar su viabilidad.

El gobernador del Banco de España, incidió en la necesidad de tomar medidas en el mercado laboral porque las condiciones en España "son muy distintas a las del resto de países desarrollados", que presentan tasas de paro mucho más bajas que la española cuando registran un desempleo elevado y por ello reclamó nuevamente que se apruebe "pronto y con el mayor consenso posible" una reforma laboral capaz de crear empleo, aunque pidió tiempo antes de opinar si la propuesta del Gobierno va en esa dirección.

"Cuando las tienen altas, rozan el 10%", mientras que "en España es la tercera vez que estamos rozando el 20% por diferentes causas", como la crisis internacional o la pérdida de competitividad, dijo. "Hay algo que funciona mal y que hay que cambiarlo", reiteró.