bruselas. Los ministros de Economía y Finanzas de la UE estudiarán la próxima semana el impacto de imponer tasas al sector financiero y a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) como vía alternativa para aumentar los ingresos, mejorar la eficiencia del mercado y recuperar la estabilidad tras la crisis económica.

La Comisión Europea presentó ayer un documento de trabajo en el que analiza estas y otras medidas que servirá de base a los Veintisiete para explorar nuevas opciones en su reunión informal de Madrid, del 15 al 17 de este mes.

El objetivo es fijar una posición común europea que luego pueda ser analizada en un contexto más amplio en las reuniones del G-20, explicó en rueda de prensa la portavoz comunitaria Amelia Torres.

Torres precisó que aplicar medidas como exigir ciertas tasas al sector financiero "podría aumentar de manera substancial los ingresos y a la vez limitar los comportamientos no deseados de las instituciones financieras".

El Ejecutivo comunitario asegura que el análisis que ha llevado a cabo muestra que existen ciertos instrumentos que reportarían el doble beneficio de aumentar los ingresos y, en paralelo, mejorar la eficiencia del mercado y recuperar la estabilidad. Entre las ideas que plantea Bruselas figuran la de gravar los ingresos de los bancos, las primas que reciben sus responsables o los riesgos que asumen estas entidades en los mercados.

Mejorar la coordinación a escala comunitaria de las tasas impuestas a las emisiones de CO2 sería otra de las opciones, así como explorar nuevas alternativas en la financiación de la ayuda al desarrollo.

Bruselas ha elaborado esta evaluación a petición de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y del Parlamento Europeo, que admiten la necesidad de encontrar alternativas para lograr la consolidación fiscal en Europa y en el mundo después de la crisis económica.